En mi caso, un chico de un colegio español de monjas evangelistas, tuve una mayoría de profesores corrientes, pero dos de ellos, la profesora de inglés y la de plástica, eran distintas, más permisivas con nosotros. Teníamos, por ejemplo, un tablón al que se le iban añadiendo estrellas por cada respuesta bien dada en clase, y sus correcciones de los exámenes tenían aquí o allá anotaciones animándonos por nuestro ingenio o esfuerzo por aprender. Mientras el resto de profesores corregía en rojo, ellas lo hacían en negro o en verde.
Comentarios
Entre Franco y EEUU vamos a morir todos
#2 Menos tú tía Carmen, sólo para dar por culo.
El problema aquí es el café para todos. Si una persona tiene baja autoestima, definiendo esto como que se valora menos que las capacidades que tiene, pues habrá que ayudarle a mejorar su autoestima. Y si una persona tiene una autoestima alta, definiendo esto como una persona que se valora mucho más que las capacidades que tiene, habrá que bajársela de alguna manera.
Ambas cosas son malas. Unos porque no hacen cosas de las que serian capaces y otros porque la cagan haciendo cosas de las que son incapaces. Y como se creen capaces, pues no aprenden.
Lo normal es que la autoestima esté balanceada y que uno sea consciente de lo que puede hacer y de lo que no puede y necesita mejorar.
Lamentablemente la autoestima positiva ha impregnado todo. Ayer veía un eslógan de una asociacion de discapacitados. "Jo soc com tú" (Yo soy como tú).
No, no eres como yo. Yo tengo dos brazos y tú uno solo. No es el fin del mundo, se puede superar. Pero para que puedas hacer lo mismo que yo te tendrás que esforzar más. Decir que es como yo es como decir que da igual tener dos brazos o uno solo y eso es irreal. El día antes de quedarte sin brazo tenías más capacidades que el día después.
En realidad no es solo sobreprotección a los niños. Es una sobreprotección "clasista". Es una sobreprotección del que se cree mejor sobre el que cree peor. Y el que tiene un brazo menos que yo puede que tenga mermadas ciertas aptitudes que yo no tengo. Pero eso no me hace moralmente superior a él como para que tenga que protegerlo. Si necesita mi ayuda ya me la pedirá. Sino no soy yo nadie para dársela. Igual la persona quiere probar por si sola.
#5 Y si una persona tiene una autoestima alta, definiendo esto como una persona que se valora mucho más que las capacidades que tiene, habrá que bajársela de alguna manera.
Ambas cosas son malas. Unos porque no hacen cosas de las que serian capaces y otros porque la cagan haciendo cosas de las que son incapaces. Y como se creen capaces, pues no aprenden.
Creo que confundes la autoestima alta con casos ya patológicos en los que la persona se cree una especie de ser superior. La autoestima alta es perfectamente deseable. Y si me tengo que pasar un poco por algún lado, desde luego que mejor que sobre autoestima que no que falte.
Lamentablemente la autoestima positiva ha impregnado todo. Ayer veía un eslógan de una asociacion de discapacitados. "Jo soc com tú" (Yo soy como tú).
Eso es otra cosa. La burrada esa que viste es un síntoma más del buenismo extremo. Eso de que ya no son discapacitados sino "personas con capacidades diferentes".
"....¿Consecuencia directa? Una brutal inflacción en las notas académicas estadounidenses hasta tal punto que han perdido su significado. Entre 1968 y 2004, el número de alumnos con expediente de sobresaliente antes de entrar en la universidad ha pasado del 18% al 48%. Es decir, que el sobresaliente es la nota más común que ha recibido cualquier niño norteamericano, tanto en la escuela pública como en la privada, desde 1997. Y esto no se debe a que los jóvenes sean ahora más inteligentes o vayan más preparados: la nota media que sacan los chicos en las pruebas de selectividad son las más bajas de la última década. Esta sobreprotección del ego del alumnado tampoco ha ayudado a mejorar especialmente los índices de escolarización"
#8 #7 Recuerdo cuando comenzaron a emitir los Simpsons. Flanders era una caricatura de hombre. Un personaje exagerado que no quería ofender a nadie, que prefería permitir pequeños abusos antes que la confrontación, que trataba a sus hijos como si fuesen de cristal, queriendo meterles en una burbuja. En aquella época podríamos decir que era un personaje afeminado. Vuelve a ver esos capítulos. Esa caricatura de hombre, Flanders, a día de hoy se ve totalmente normal.
#11 En la escuela te llamaban gordo, flaco, gafotas, cabezón, orejas de soplillo,... y no pasaba nada. Aprendías a contener tu ira (o no, según quién y cuándo) y a lidiar con las frustraciones. No iba tu madre a hablar con la profesora porque a su niño le habían llamado gordo (caso verídico que me pasó impartiendo actividades extraescolares, y como pasé de la madre, fue en busca de la jefa de estudios a quejarse). Y como ese ejemplo, cientos. Niños con 14 años, con los huevos negros, y las madres acompañándolos al instituto. Eso en mi época les hubiese convertido en auténticos parias y les hubiésemos llamado afeminados*.
* El termino exacto puede ser otro.
#13 Y que lo digas. Yo mismo era el típico orejas de soplillo empollón que las pasaba canutas. Hasta que se me terminaron de hinchar los huevos, un día pillé al macarra 'lider' de mi clase que había salido tarde y no tenía a nadie cerca, y le partí la cara.
Y se lo tomó bastante bien. Me pidió perdón y no volví a tener ningún problema. Incluso nos llevamos bien después de eso.
Pero esas cosas tienes que aprender a resolverlas por ti mismo, aunque sea recibiendo unas cuantas ostias en el camino, aunque sea pasándolo mal. Si te las resuelven, no sirve de nada.
#13 En mi escuela de monjas no se permitía insultar a un compañero, eso sí, una vez un profesor me dejo la cara morada de un bofeón por hablar en clase. Desgraciadamente el pomulo se me inflamó un poquito y me puse a llorar (tenía 12 años) Como es obvio, mi padre fué a hablar con el profesor y le diría algo así como "la póxima vez te corto la cabeza y te la meto por el culo" por que no volví a tener problemas con él. De hecho se llevó una sanción sin empleo y sueldo unos días.
A los 14 pegué el estirón y ya medía 185. A partir de ahí, ni un problema.
También te digo que en la universidad, a nuestra generación se la follaron bastante. Sólo pregunta como eran las ingenierías en la Universidad Autónoma de Madrid.
El artículo me parece tendencioso y rancio, ya sabes... "en mis tiempos" o "una buena guerra es lo que necesitáis" que te decían los abuelos.
#15 Yo soy de la época anterior a Bolonia, ingeniería en informática en Málaga. Más de 500 matriculados en cálculo, y lo mismo en álgebra, de primero de la carrera, cuando entraban cada año 120 alumnos nuevos. Física y bases de datos también hacían estragos.
Por lo que me han contado, ahora en la universidad tienen en cuenta si vas a clase, hay asignaturas que se aprueban con trabajos, y cosas así. Es una extensión del instituto. Que no digo yo que para un informático sea necesario saber qué son los ideales de un anillo abeliano, ni la transformada de Laplace, pero eran herramientas que te ayudaban a abrir la mente y a pensar en abstracto.
La sobreprotección de los niños se debe a la incursión de la mentalidad femenina en la sociedad, que prima la seguridad ante el riesgo y la aventura. De pequeño yo me iba con mis amigos a coger ranas en el arroyo, y se consideraba una actividad normal de los críos. Hoy en día se pondría el grito en el cielo: que si el niño se puede caer al agua, picarle algún bicho, hacerse un rasguño y coger una infección, que los puede raptar un violador (niños raptados por violadores en los 250 años de mi pueblo: 0 niños),...
#4 En parte es así. La sociedad y el sistema educativo están completamente feminizado, sobre todo en los primeros años.
http://www.dailymail.co.uk/debate/article-3609832/The-betrayal-boys-falling-girls-way-says-SARAH-VINE-feminisation-society-especially-schools-blame.html
#7 Ala, la culpa de las mujeres siempre, cuando la sociedad está dominada por los hombres......
#8 Yo no les estoy echando la culpa, describo un hecho.
#8 Ala, la culpa de las mujeres siempre, cuando la sociedad está dominada por los hombres
Nadie ha dicho aquí que la culpa sea de las mujeres, excepto tu.
El politico-correctismo, el progresismo, el izquierdismo SJW y el feminismo rampante han tenido a muchos hombres detrás, que han visto en la criminalización del hombre blanco heterosexual un mecanismo para subir de estatus: si tu no eres capaz de ser un hombre mejor, intenta hundir a los otros. ,
#8 Festival del humor.
#7 Pero mira por donde ahí no se pide paridad, cuando precisamente es en la educación donde más necesario es que los niños reciban estímulos de ambas partes.
#17 Mujer bien, hombre mal. No tiene más.
#4 La sobreprotección de los niños se debe a la incursión de la mentalidad femenina en la sociedad
Más que a la incursión de la mentalidad feminina, a la criminalización del hombre, específicamente del hombre blanco heterosexual.
Lo normal y lo sano es que haya un equilibrio entre la visión femenina y la masculina, cubriéndose tanto la faceta de apoyo emocional (que es necesaria) como la de disciplina e establecimiento de límites (que es también necesario). Si se criminaliza al aspecto femenino, lo que tenemos es una educación extremadamente represiva. Si se criminaliza el aspecto masculino, tenemos una generación consentida y sobreprotegida, que es el problema actual.