Según un estudio, cuando una urbe pierde su capa verde, el efecto ‘isla de calor’ se intensifica y el entorno se vuelve menos habitable para quienes dependen del espacio público, particularmente los niños y adultos mayores.
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Yo pasé de vivir en Madrid a vivir en un pueblo, y las diferencias son pocas, especialmente por el día. La diferencia se nota por la noche, que refresca más, y vivía en un barrio lleno de árboles con un parque bastante grande cerca.
#9 Pero es que lo que está al lado de Phoenix fuera de la ciudad es un desierto donde se puede llegar a los 50ºC. Por supuesto esa foto es un horror urbanístico pero no es muy determinante con la temperatura.