Hace 13 años | Por Tanatos a lapizarradeyuri.com
Publicado hace 13 años por Tanatos a lapizarradeyuri.com

Hay una cosa que me llama poderosamente la atención. Con toda probabilidad, el nacimiento, la muerte y las funciones fisiológicas esenciales son las únicas experiencias que vamos a compartir todos los seres humanos que en el mundo somos. (...) La muerte en particular, casi una obsesión cultural en tiempos antiguos y clave en el pensamiento religioso premoderno, ha desaparecido por completo del discurso público. Parece ser socialmente inadecuado hablar de ella, una cosa macabra, inquietante y de mal rollo...

Comentarios

rageska

Nuestro estilo de vida actual se basa en la idea de que somos inmortales.

Milhaud

#4 Yo creo que más que eso, nuestro estilo de vida actual se basa en que la vida es lo que hay, y por lo tanto hay que vivirla. Luego cada uno la vive como cree conveniente, que siempre que no perjudique directamente a nadie, a mi me parecerá bien.

c

Y como era de cajón la publica Tanatos (la Muerte)

hamahiru

A camachosoft siempre se le escapan las noticias buenas. roll

D

Si el que nuestra conciencia deje de existir no debería dar "mal rollo" no sé que puñetas podría hacerlo.

Trimegisto

Este blog es maravilloso. Su definicion de la vida, combina poesia y ciencia:

"Pero los duendes de la entropía empujan y empujan y empujan hacia el equilibrio, y siempre, siempre terminan por vencer. Todo intento de luchar contra ellos es una guerra perdida, no te imaginas hasta qué extremo: al final, su triunfo resulta inevitable; es ley cósmica. Pero podemos ganarles batallas locales en determinados momentos del tiempo y del espacio. Eso es, en esencia, la vida."

dulaman

No sé qué tiene Yuri, cada vez que veo que se ha meneado uno de sus artículos me digo "¿es que vamos a llevar a portada TODO lo que haga Yuri?". Luego me leo el artículo y me autorrespondo: "¡Pues SÍ!".

auroraboreal

Empecé a leer el artículo un poco con desgana. No estaba de acuerdo en una de las frases del primer párrafo:
La muerte en particular, casi una obsesión cultural en tiempos antiguos y clave en el pensamiento religioso premoderno, ha desaparecido por completo del discurso público. Parece ser socialmente inadecuado hablar de ella, una cosa macabra, inquietante y de mal rollo.
Porque creo que no ha desaparecido para nada del discurso público:
-Todos seguimos enfrentándonos de vez en cuando con ella: nuestras mascotas, nuestros seres queridos...
-Todos los días, en todos los periódicos hay noticias de muertes. Muertes cercanas, únicas, muertes en masa, catástrofes, atentados...
-Incluso en nuestro tiempo libre la llevamos con nosotros: el cine, los libros...hay pocos en los que no aparezca alguna muerte.
-Social y políticamente también está muy presente: debates sobre la pena de muerte, la muerte digna y el aborto están a la orden del día

La medicalizamos, intentamos -o no- "ateizarla" y desprendernos de los matices de las religiones en torno a ella, la intentamos medir, cuantificar y racionalizar con el pensamiento científico...intentamos aprender a enfrentarnos a ella con las armas que tenemos hoy en día...la retrasamos, la negamos...y, cuando la vemos frente a nosotros, seguimos tan indefensos como antes.

No creo que se hable menos de la muerte hoy que antaño, solo se habla de ella bajo el prisma de nuestra sociedad actual donde todo parece pasar más rápido y da la impresión que tenemos menos tiempo para reflexiones y divagaciones.

Pero me enganché cuando llegué a de la vida, de la entropía y de la fluctuación. Muy, muy bueno el artículo
Porque la muerte no es posible sin la vida y, como él dice, ya que los duendes de la entropía y las hadas de la fluctuación nos han hecho ese regalo, más vale aprovecharlo, porque muy –muy– probablemente no se repetirá.

edmont

No tengo miedo



No tengo miedo al que llaman eterno,
mis pecados son lo bueno que he pasado,
ni al que quiera condenar mi manera de vivir,
no tengo miedo.

No tengo miedo a ningún comentario
de quien dice que esta libre de pecado,
ni al que quiera censurar mi manera de vivir,
no tengo miedo.

No tengo miedo al paso del tiempo
mientras sepa que vivir no es lo que cuenta,
y que nadie va a cambiar mi manera de vivir,
no tengo miedo.

No tengo miedo a estar enamorado,
mis pecados entre dos son más pecados,
y es que eso de pecar es mi manera de vivir,
aunque les duela.

No tengo miedo al vecindario,
no tengo miedo al comisario.
No tengo miedo a ningún virus de esos,
no tengo miedo ni al trabajo.

Y paseo con mi orgullo,
y fumo lo que me entra en gana,
condenado a dar la nota,
y de rato en rato entrar en la ilegalidad.

EL Último ke Zierre

D

Hay artículo de Nuestro Yuri, hay meneo

D

Lo que más miedo me da es el pensar que ya no podré pensar.

i

#13 estamos ya en octubre, valiente, sal a la calle.

pinaveta

Es un artículo extraordinario. La muerte, la vejez, la enfermedad, el dolor,... son los grandes tabús y "silencios" de esta sociedad. Es estupendo cuando uno se encuentra una reflexión madura y serena sobre ellos.

D

La vida y la muerte son dos caras de la misma moneda. Complementarias.

n

Pues yo sí creo que en este mundo hemos alienado la muerte y la hemos sacado del discurso.

No en los medios de comunicación, probablemente, pero sí en la vida diaria. Demasiada gente conozco que la mención de hablar de la muerte, o de como murió alguien les hace mal rollo y te piden que pares, o que pasan años tratando de olvidar una muerte dolorosa y no quieren hablar de ello, porque les hace pensar que ellos pueden morir.

No sé, en mi experiencia personal y en mi círculo, pocas personas hablan abiertamente de la muerte, y algunas han pasado sus malas experiencias. Y es como más normal que pase eso a menos se hayan enfrentado a la muerte.

Sobre el artículo, muy bueno.

D

Cuidado, meneos como este pueden propiciar la aparición de reflexiones filosoficas baratas en los comentarios que pueden hacerle padecer vergüenza ajena. Leealos bajo su propio riesgo.

Trimegisto

#11 , ya que lo pides...

yo a lo que llevo dandole vueltas un rato es a los conceptos de "flujo" y "entropia". Quiza por una sobresimplificacion siempre he tendido a pensar en la entropia como el desorden y la decadencia (¿Caos?) y el concepto contrario, ese "flujo" que plantea Yuri como el Orden, la estructura, lo estable. Pero curiosamente, la entropia es, al final, el equilibrio del desorden, el stasis, el no cambio.

Ambos conceptos parecen interrelacionados, pero son muy complejos en realidad. En fin, divagaciones de las 22:38 de la noche de un septiembre de 2010 en el que me siento mas viejo

Endor_Fino

#11 ¿No somos nadie?

Especialista_Mike

Que alguien le de unos guantes al tipo que le da la vuelta al lechón una vez descompuesto ¡¡¡ POR DIOS!!!

g

#30 jaja, lo del lechón es muy heavy, estaba encogido viendolo, pero no entiendo esas pastillitas que ponen en el suelo y a partir de ahi se lia la de san quintin, pero bueno, yo creo que es bueno saber cual es nuestro final, seamos de la clase social que seamos.

Todo lo que tiene un principio tiene un final. Nada es para siempre. Absolutamente nada.

h

#15 y el que nada, no se ahoga.

unoquepasabaporahi

Realmente, lo que tranquiliza de la muerte es que si hay algo despues de ella perduras, con lo que buen rollo (Ciertamente ha sido nuestra necesidad en el imaginario religioso). Lo mejor es que si no hay nada, no lo percibes, no sufres esa muerte, directamente no te enteras de que has dejado de existir porque has muerto.

Conclusión, temer a la muerte... "Pa qué?" (a mi, os parecera una tonteria, pero me tranquiliza bastante...).

cenoura

Muy bueno todo el texto, la verdad que me ha encantado.

Una puntualización, la muerte no es que esté fuera del discurso publico, es que está más presente que nunca, la muerte física al menos, solo hay que poner las noticias un día para darse cuenta.

Si bien es verdad que la muerte en sí, como dice el texto, es un poco tema tabú.

P.D.: malditos duendes

D

Dormir es morir un poco, venga me voy a morir un poco

D

#24 Descansa en paz

injotec

Como siempre, magnifico articulo de Yuri.

g

Hay yuri, hay meneo

D

Si una gota de agua cae al mar ¿Sigue siendo gota? Somos gota y somos mar.

Pollas_en_vinagre

Quién quiera un máster de "Vida y Muerte" recomendación: "SIX FEET UNDER"
Dejaría unas frases de Brenda o Nate por aquí, pero estoy líado!

VerbalHint

Serán otros los que tengan miedo a hablar de la muerte. Para mi es tan sencillo como decir que nuestro cuerpo es una máquina compleja que un buen día va y se rompe. Y no: no sabemos qué hay después ni conozco a nadie que realmente lo sepa. Para mi un santo o un dios son lo mismo que la niña de la curva: una leyenda urbana por demostrar.

stingtor

"disculpe señora que no me levante".

f

Bueno, a riesgo de parecer sectario o algo similar (debido a una pronunciada ignorancia del tema en cuestión por parte de aquel que juzga), aquí estoy para recomendar el libro que para mí es el más interesante que he leido jamás (y soy un lector ávido) sobre este asunto tan desconocido como es la muerte: http://www.quedelibros.com/libro/45920/La-Vida-entre-Vidas.html

No os arrepentiréis de echarle un ojo, os lo aseguro. Seguro que más de uno se asombra.

D

El número de meneos y comentarios de esta noticia dan la razón al titular.

z

Jorge Manrique
(1440-1479)

Coplas por la muerte de su padre

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte 5
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer, 10
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado, 15
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar 20
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos 25
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir; 30
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos 35
y los ricos.

Invocación:

Dejo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
no curo de sus ficciones, 40
que traen yerbas secretas
sus sabores;
A aquél sólo me encomiendo,
aquél sólo invoco yo
de verdad, 45
que en este mundo viviendo
el mundo no conoció
su deidad.

Este mundo es el camino
para el otro, que es morada 50
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos, 55
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos. 60

Este mundo bueno fue
si bien usáramos de él
como debemos,
porque, según nuestra fe,
es para ganar aquél 65
que atendemos.
Aun aquel hijo de Dios,
para subirnos al cielo
descendió
a nacer acá entre nos, 70
y a vivir en este suelo
do murió.

Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos, 75
que en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdamos:
de ellas deshace la edad,
de ellas casos desastrados 80
que acaecen,
de ellas, por su calidad,
en los más altos estados
desfallecen.

Decidme: la hermosura, 85
la gentil frescura y tez
de la cara,
el color y la blancura,
cuando viene la vejez,
¿cuál se para? 90
Las mañas y ligereza
y la fuerza corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega al arrabal 95
de senectud.

Pues la sangre de los godos,
y el linaje y la nobleza
tan crecida,
¡por cuántas vías y modos 100
se pierde su gran alteza
en esta vida!
Unos, por poco valer,
¡por cuán bajos y abatidos
que los tienen! 105
otros que, por no tener,
con oficios no debidos
se mantienen.

Los estados y riqueza
que nos dejan a deshora, 110
¿quién lo duda?
no les pidamos firmeza,
pues son de una señora
que se muda.
Que bienes son de Fortuna 115
que revuelven con su rueda
presurosa,
la cual no puede ser una
ni estar estable ni queda
en una cosa. 120

Pero digo que acompañen
y lleguen hasta la huesa
con su dueño:
por eso nos engañen,
pues se va la vida apriesa 125
como sueño;
y los deleites de acá
son, en que nos deleitamos,
temporales,
y los tormentos de allá, 130
que por ellos esperamos,
eternales.

Los placeres y dulzores
de esta vida trabajada
que tenemos, 135
no son sino corredores,
y la muerte, la celada
en que caemos.
No mirando nuestro daño,
corremos a rienda suelta 140
sin parar;
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta,
no hay lugar.

Si fuese en nuestro poder 145
hacer la cara hermosa
corporal,
como podemos hacer
el alma tan glorïosa,
angelical, 150
¡qué diligencia tan viva
tuviéramos toda hora,
y tan presta,
en componer la cativa,
dejándonos la señora 155
descompuesta!

Esos reyes poderosos
que vemos por escrituras
ya pasadas,
por casos tristes, llorosos, 160
fueron sus buenas venturas
trastornadas;
así que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
y prelados, 165
así los trata la muerte
como a los pobres pastores
de ganados.

Dejemos a los troyanos,
que sus males no los vimos 170
ni sus glorias;
dejemos a los romanos,
aunque oímos y leímos
sus historias.
No curemos de saber 175
lo de aquel siglo pasado
qué fue de ello;
vengamos a lo de ayer,
que también es olvidado
como aquello. 180

¿Qué se hizo el rey don Juan?
Los infantes de Aragón
¿qué se hicieron?
¿Qué fue de tanto galán,
qué fue de tanta invención 185
como trajeron?
Las justas y los torneos,
paramentos, bordaduras
y cimeras,
¿fueron sino devaneos? 190
¿qué fueron sino verduras
de las eras?

¿Qué se hicieron las damas,
sus tocados, sus vestidos,
sus olores? 195
¿Qué se hicieron las llamas
de los fuegos encendidos
de amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas 200
que tañían?
¿Qué se hizo aquel danzar,
aquellas ropas chapadas
que traían?

Pues el otro, su heredero, 205
don Enrique, ¡qué poderes
alcanzaba!
¡Cuán blando, cuán halaguero
el mundo con sus placeres
se le daba! 210
Mas verás cuán enemigo,
cuán contrario, cuán cruel
se le mostró;
habiéndole sido amigo,
¡cuán poco duró con él 215
lo que le dio!

Las dádivas desmedidas,
los edificios reales
llenos de oro,
las vajillas tan febridas, 220
los enriques y reales
del tesoro;
los jaeces, los caballos
de sus gentes y atavíos
tan sobrados, 225
¿dónde iremos a buscallos?
¿qué fueron sino rocíos
de los prados?

Pues su hermano el inocente,
que en su vida sucesor 230
se llamó,
¡qué corte tan excelente
tuvo y cuánto gran señor
le siguió!
Mas, como fuese mortal, 235
metióle la muerte luego
en su fragua.
¡Oh, juïcio divinal,
cuando más ardía el fuego,
echaste agua! 240

Pues aquel gran Condestable,
maestre que conocimos
tan privado,
no cumple que de él se hable,
sino sólo que lo vimos 245
degollado.
Sus infinitos tesoros,
sus villas y sus lugares,
su mandar,
¿qué le fueron sino lloros? 250
¿Qué fueron sino pesares
al dejar?

Y los otros dos hermanos,
maestres tan prosperados
como reyes, 255
que a los grandes y medianos
trajeron tan sojuzgados
a sus leyes;
aquella prosperidad
que tan alta fue subida 260
y ensalzada,
¿qué fue sino claridad
que cuando más encendida
fue amatada?

Tantos duques excelentes, 265
tantos marqueses y condes
y varones
como vimos tan potentes,
di, muerte, ¿dó los escondes
y traspones? 270
Y las sus claras hazañas
que hicieron en las guerras
y en las paces,
cuando tú, cruda, te ensañas,
con tu fuerza las atierras 275
y deshaces.

Las huestes innumerables,
los pendones, estandartes
y banderas,
los castillos impugnables, 280
los muros y baluartes
y barreras,
la cava honda, chapada,
o cualquier otro reparo,
¿qué aprovecha? 285
que si tú vienes airada,
todo lo pasas de claro
con tu flecha.

Aquél de buenos abrigo,
amado por virtuoso 290
de la gente,
el maestre don Rodrigo
Manrique, tanto famoso
y tan valiente;
sus hechos grandes y claros 295
no cumple que los alabe,
pues los vieron,
ni los quiero hacer caros
pues que el mundo todo sabe
cuáles fueron. 300

Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
y parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
¡Qué maestro de esforzados 305
y valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Cuán benigno a los sujetos! 310
¡A los bravos y dañosos,
qué león!

En ventura Octaviano;
Julio César en vencer
y batallar; 315
en la virtud, Africano;
Aníbal en el saber
y trabajar;
en la bondad, un Trajano;
Tito en liberalidad 320
con alegría;
en su brazo, Aureliano;
Marco Tulio en la verdad
que prometía.

Antonio Pío en clemencia; 325
Marco Aurelio en igualdad
del semblante;
Adriano en elocuencia;
Teodosio en humanidad
y buen talante; 330
Aurelio Alejandro fue
en disciplina y rigor
de la guerra;
un Constantino en la fe,
Camilo en el gran amor 335
de su tierra.

No dejó grandes tesoros,
ni alcanzó muchas riquezas
ni vajillas;
mas hizo guerra a los moros, 340
ganando sus fortalezas
y sus villas;
y en las lides que venció,
muchos moros y caballos
se perdieron; 345
y en este oficio ganó
las rentas y los vasallos
que le dieron.

Pues por su honra y estado,
en otros tiempos pasados, 350
¿cómo se hubo?
Quedando desamparado,
con hermanos y criados
se sostuvo.
Después que hechos famosos 355
hizo en esta misma guerra
que hacía,
hizo tratos tan honrosos
que le dieron aún más tierra
que tenía. 360

Estas sus viejas historias
que con su brazo pintó
en juventud,
con otras nuevas victorias
ahora las renovó 365
en senectud.
Por su grande habilidad,
por méritos y ancianía
bien gastada,
alcanzó la dignidad 370
de la gran Caballería
de la Espada.

Y sus villas y sus tierras
ocupadas de tiranos
las halló; 375
mas por cercos y por guerras
y por fuerza de sus manos
las cobró.
Pues nuestro rey natural,
si de las obras que obró 380
fue servido,
dígalo el de Portugal
y en Castilla quien siguió
su partido.

Después de puesta la vida 385
tantas veces por su ley
al tablero;
después de tan bien servida
la corona de su rey
verdadero: 390
después de tanta hazaña
a que no puede bastar
cuenta cierta,
en la su villa de Ocaña
vino la muerte a llamar 395
a su puerta,

diciendo: «Buen caballero,
dejad el mundo engañoso
y su halago;
vuestro corazón de acero, 400
muestre su esfuerzo famoso
en este trago;
y pues de vida y salud
hicisteis tan poca cuenta
por la fama, 405
esfuércese la virtud
para sufrir esta afrenta
que os llama.

No se os haga tan amarga
la batalla temerosa 410
que esperáis,
pues otra vida más larga
de la fama glorïosa
acá dejáis,
(aunque esta vida de honor 415
tampoco no es eternal
ni verdadera);
mas, con todo, es muy mejor
que la otra temporal
perecedera. 420

El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados 425
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos, 430
con trabajos y aflicciones
contra moros.

Y pues vos,

D

Todo es vida, nada deja de existir, es un concepto mental falso, solo puede transformarse, reciclarse.

Tao-Pai-Pai

Yo me imagino la muerte como la paz infinita; como ser funcionario o liberado eternamente, vamos.