#7:
#2 Jupiter es casi tan grande como Bilbao, olvídate del tema.
#6:
#2 la presion atmosferica en esos planetas hace inviable enviar cualquier sonda a esos planetas (satelites si). De hecho hace años se envio una sonda a Jupiter y al poco de entrar en la atmosfera se perdio y suponiendo que dentro de varios siglos se encuentre algo o bien esta fundida la sonda e el nucleo del planeta o si no ha llegado tan abajo, tendra menos grosor que una moneda de un centimo.
#4:
#2 Las ruedas iban a servir de poco en Júpiter. Mejor mandar un nautilus
"(...)
Delante de él estaba el mayor de los mundos; lo iba a conocer como ningún hombre lo había conocido, ni lo conocería.
Las líneas de fuerza magnética de diez millones de kilómetros de longitud, las repentinas explosiones de ondas de radio, los geysers de plasma electrificado más grandes que la Tierra; todo aquello era tan real y tan claramente perceptible para él como las nubes que rodeaban al planeta en una gloria multicolor. Comprendía la compleja estructura de sus interacciones, y así entendió que Júpiter era mucho más fabuloso de lo que nadie había imaginado.
A medida que fue cayendo a través del rugiente corazón del Gran Punto Rojo, con aquellas luminosas tormentas eléctricas del tamaño de un continente detonando a su alrededor, supo por qué había perdurado a través de los siglos, a pesar de que lo componían gases de menor densidad que los que formaban los huracanes terrestres. El leve silbido del viento de hidrógeno se desvaneció mientras se sumergía en las profundidades más tranquilas, y desde las alturas descendió una llovizna de copos de nieve cerúlea, que se aglutinaban en verdaderas montañas de nieve hidrocarbónica, escasamente palpable. La temperatura era suficientemente alta como para que existiera agua líquida, pero no había océanos; ese ambiente enteramente gaseoso era demasiado tenue para sostenerlos.
Descendió nivel tras nivel de nubes, hasta que entró a una región de tal claridad que hasta la vista humana podría haber abarcado un área de más de cien kilómetros de ancho. Eso era apenas un remolino menor en el vasto torbellino del Gran Punto Rojo; y guardaba un secreto que los hombres habían sospechado durante mucho tiempo, pero nunca habían confirmado.
Rodeando las laderas de las montañas espumosas había miríadas de nubes pequeñas, claramente delineadas, casi del mismo tamaño, y decoradas con manchas similares, rojas y marrones. Sólo eran pequeñas si se las comparaba con la escala inhumana de los alrededores; la más chica hubiera cubierto una gran ciudad.
Evidentemente estaban vivas, porque se movían con deliberada lentitud sobre los flancos de las montañas aéreas, paciendo como colosales ovejas. Y se llamaban unas a otras en un único ancho de banda de un metro, con emisiones débiles pero claras, que sobresalían de entre los crujidos y descargas estáticas del mismo Júpiter. Eran apenas bolsas vivientes de gas, que flotaban en la zona estrecha que mediaba entre las heladas alturas y las ardientes profundidades. Dominio estrecho, sí... pero bastante más amplio que toda la biósfera de la Tierra.
No estaban solas. Entre ellas había otras criaturas tan pequeñas que podrían haber pasado inadvertidas. Algunas de ellas guardaban una extraña semejanza con las aeronaves terrestres, y tenían aproximadamente el mismo tamaño. Pero también estaban vivas; tal vez fueran predadores, parásitos, o hasta pastores.
Delante de él se abría un nuevo capítulo de la evolución, tan extraño como el que había observado en Europa. Había torpedos impulsados por reacción, similares a los calamares de los océanos terrestres, que perseguían y devoraban a aquellas enormes bolsas de gas. Pero los globos no estaban indefensos; algunos contraatacaban con descargas eléctricas y tentáculos con garras, que parecían cadenas dentadas de varios kilómetros de longitud.
También había figuras aún más extrañas, que mostraban todo tipo de geometría posible: extraños barriletes traslúcidos, tetraedros, esferas, poliedros, cintas arrolladas y anudadas... El plancton gigantesco de la atmósfera joviana había sido diseñado para flotar como telaraña en las corrientes ascendentes, hasta haber vivido lo suficiente para reproducir; entonces podría ser arrastrado hacia las profundidades para ser carbonizado y reciclado en una nueva generación.
Estaba explorando un mundo más de cien veces más vasto que la Tierra, y aunque había visto muchas maravillas, no existía nada que indicara inteligencia. Las emisiones de radio de los grandes balones sólo llevaban mensajes sencillos, de aviso o de miedo. Inclusive los cazadores, de los cuales se podría haber esperado que hubieran alcanzado grados más altos de organización, eran como los tiburones de los océanos de la Tierra: primitivos autómatas.
Y a pesar de su exotismo y su apabullante tamaño, la biósfera de Júpiter era un mundo frágil, un lugar de niebla y espuma, de hilos plateados y de delgados tejidos formados por la continua nevada de sustancias petroquímicas que provocaba el relampagueo de la atmósfera superior. Pocas de estas estructuras eran más densas que una pompa de jabón; los más tremendos predadores podrían ser destrozados por el más débil de los carnívoros de la Tierra.
(...)"
Sir Arthur C. Clarke - 2010, Odisea Dos
#15#24 Ooops, acabo de darme cuenta que he contado los campos en metros y la mancha en kilómetros, o sea que serían entre 30.000 y 90.000 millones de campos de fútbol... pero no viene de seis órdenes de magnitud de nada, no...?
Espero antes de morir que hayamos podido obtener imágenes de Júpiter, Saturno y algunos satélites con algún rover o cacharrito aún no inventado que te permita hacerlo. Tengo muchas ganas de ver estos planetas «por dentro».
#2 la presion atmosferica en esos planetas hace inviable enviar cualquier sonda a esos planetas (satelites si). De hecho hace años se envio una sonda a Jupiter y al poco de entrar en la atmosfera se perdio y suponiendo que dentro de varios siglos se encuentre algo o bien esta fundida la sonda e el nucleo del planeta o si no ha llegado tan abajo, tendra menos grosor que una moneda de un centimo.
#2 jupiter es un planeta gigante gaseoso, lo de gaseoso hace bastante difícil que un rover ruede sobre su superficie. De la wiki: "Un gigante gaseoso es un planeta gigante que no está compuesto mayoritariamente de roca u otra materia sólida sino de fluidos; aunque dichos planetas pueden tener un núcleo rocoso o metálico."
#2 en un planeta gaseoso complicadísimo veo algo así.
De todos modos, como dedía, es una bola de gas licuado, por tanto no hay nada que ver. No hay paisajes ni nada que se le parezca. Ni siquiera hay una superficie definida con exactitud porque no es un planeta sólido. Solo verías hidrógeno y algún que otro gas por ahí.
"(...)
Delante de él estaba el mayor de los mundos; lo iba a conocer como ningún hombre lo había conocido, ni lo conocería.
Las líneas de fuerza magnética de diez millones de kilómetros de longitud, las repentinas explosiones de ondas de radio, los geysers de plasma electrificado más grandes que la Tierra; todo aquello era tan real y tan claramente perceptible para él como las nubes que rodeaban al planeta en una gloria multicolor. Comprendía la compleja estructura de sus interacciones, y así entendió que Júpiter era mucho más fabuloso de lo que nadie había imaginado.
A medida que fue cayendo a través del rugiente corazón del Gran Punto Rojo, con aquellas luminosas tormentas eléctricas del tamaño de un continente detonando a su alrededor, supo por qué había perdurado a través de los siglos, a pesar de que lo componían gases de menor densidad que los que formaban los huracanes terrestres. El leve silbido del viento de hidrógeno se desvaneció mientras se sumergía en las profundidades más tranquilas, y desde las alturas descendió una llovizna de copos de nieve cerúlea, que se aglutinaban en verdaderas montañas de nieve hidrocarbónica, escasamente palpable. La temperatura era suficientemente alta como para que existiera agua líquida, pero no había océanos; ese ambiente enteramente gaseoso era demasiado tenue para sostenerlos.
Descendió nivel tras nivel de nubes, hasta que entró a una región de tal claridad que hasta la vista humana podría haber abarcado un área de más de cien kilómetros de ancho. Eso era apenas un remolino menor en el vasto torbellino del Gran Punto Rojo; y guardaba un secreto que los hombres habían sospechado durante mucho tiempo, pero nunca habían confirmado.
Rodeando las laderas de las montañas espumosas había miríadas de nubes pequeñas, claramente delineadas, casi del mismo tamaño, y decoradas con manchas similares, rojas y marrones. Sólo eran pequeñas si se las comparaba con la escala inhumana de los alrededores; la más chica hubiera cubierto una gran ciudad.
Evidentemente estaban vivas, porque se movían con deliberada lentitud sobre los flancos de las montañas aéreas, paciendo como colosales ovejas. Y se llamaban unas a otras en un único ancho de banda de un metro, con emisiones débiles pero claras, que sobresalían de entre los crujidos y descargas estáticas del mismo Júpiter. Eran apenas bolsas vivientes de gas, que flotaban en la zona estrecha que mediaba entre las heladas alturas y las ardientes profundidades. Dominio estrecho, sí... pero bastante más amplio que toda la biósfera de la Tierra.
No estaban solas. Entre ellas había otras criaturas tan pequeñas que podrían haber pasado inadvertidas. Algunas de ellas guardaban una extraña semejanza con las aeronaves terrestres, y tenían aproximadamente el mismo tamaño. Pero también estaban vivas; tal vez fueran predadores, parásitos, o hasta pastores.
Delante de él se abría un nuevo capítulo de la evolución, tan extraño como el que había observado en Europa. Había torpedos impulsados por reacción, similares a los calamares de los océanos terrestres, que perseguían y devoraban a aquellas enormes bolsas de gas. Pero los globos no estaban indefensos; algunos contraatacaban con descargas eléctricas y tentáculos con garras, que parecían cadenas dentadas de varios kilómetros de longitud.
También había figuras aún más extrañas, que mostraban todo tipo de geometría posible: extraños barriletes traslúcidos, tetraedros, esferas, poliedros, cintas arrolladas y anudadas... El plancton gigantesco de la atmósfera joviana había sido diseñado para flotar como telaraña en las corrientes ascendentes, hasta haber vivido lo suficiente para reproducir; entonces podría ser arrastrado hacia las profundidades para ser carbonizado y reciclado en una nueva generación.
Estaba explorando un mundo más de cien veces más vasto que la Tierra, y aunque había visto muchas maravillas, no existía nada que indicara inteligencia. Las emisiones de radio de los grandes balones sólo llevaban mensajes sencillos, de aviso o de miedo. Inclusive los cazadores, de los cuales se podría haber esperado que hubieran alcanzado grados más altos de organización, eran como los tiburones de los océanos de la Tierra: primitivos autómatas.
Y a pesar de su exotismo y su apabullante tamaño, la biósfera de Júpiter era un mundo frágil, un lugar de niebla y espuma, de hilos plateados y de delgados tejidos formados por la continua nevada de sustancias petroquímicas que provocaba el relampagueo de la atmósfera superior. Pocas de estas estructuras eran más densas que una pompa de jabón; los más tremendos predadores podrían ser destrozados por el más débil de los carnívoros de la Tierra.
(...)"
Sir Arthur C. Clarke - 2010, Odisea Dos
Y la proxima vez que tu casa sea arrasada por un huracan, hayas perdido todas tus pertenencias, varios de tus vecinos muertos y media ciudad destruida... recuerda esta foto... y da gracias a dios que no vives en jupiter...
Habría que ver si es realmente esas medidas, ya que no muestra ninguna fuente fidedigna. Es como si cojo el paint y me pongo aumentar la escala y....listo
Pues yo estoy seguro de que sí hay un suelo sólido, tanto en Júpiter como en Saturno como en Urano. Eso sí, miles de kilómetros hacia el centro, mucho más abajo de la atmósfera exterior.
Comentarios
A mi o me lo dicen en campos de fútbol o no me entero...
#15 Según el tamaño de la mancha en un momento dado y el del campo de fútbol que escojas... entre 30.000 y 90.000 campos de fútbol.
#15 #24 Ooops, acabo de darme cuenta que he contado los campos en metros y la mancha en kilómetros, o sea que serían entre 30.000 y 90.000 millones de campos de fútbol... pero no viene de seis órdenes de magnitud de nada, no...?
hombre, ya sólo la Mancha Roja son 2 "Tierras"...
Que hace esto en portada???
Fuente http://astroperlas.tumblr.com/post/30518299440/la-gran-mancha-roja-de-jupiter-comparada-con-el
#1 Creo que es al revés.
Espero antes de morir que hayamos podido obtener imágenes de Júpiter, Saturno y algunos satélites con algún rover o cacharrito aún no inventado que te permita hacerlo. Tengo muchas ganas de ver estos planetas «por dentro».
#2 Las ruedas iban a servir de poco en Júpiter. Mejor mandar un nautilus
#4 Yo mandaba el Hindenburg
#2 la presion atmosferica en esos planetas hace inviable enviar cualquier sonda a esos planetas (satelites si). De hecho hace años se envio una sonda a Jupiter y al poco de entrar en la atmosfera se perdio y suponiendo que dentro de varios siglos se encuentre algo o bien esta fundida la sonda e el nucleo del planeta o si no ha llegado tan abajo, tendra menos grosor que una moneda de un centimo.
#6 De hecho la presion es increible. Se cree que no hay un terreno solido y que son todo megatormentas de gases toxicos.
Yo lo he visto
#2 #6 #10 #11
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:790106-0203_Voyager_58M_to_31M_reduced.gif?uselang=es
#17 hablabamos de sondas al interior del planeta.
#2 Jupiter es casi tan grande como Bilbao, olvídate del tema.
#7 ¿Me da un mapa mundi de Bilbao?
#2 jupiter es un planeta gigante gaseoso, lo de gaseoso hace bastante difícil que un rover ruede sobre su superficie. De la wiki: "Un gigante gaseoso es un planeta gigante que no está compuesto mayoritariamente de roca u otra materia sólida sino de fluidos; aunque dichos planetas pueden tener un núcleo rocoso o metálico."
#2 en un planeta gaseoso complicadísimo veo algo así.
De todos modos, como dedía, es una bola de gas licuado, por tanto no hay nada que ver. No hay paisajes ni nada que se le parezca. Ni siquiera hay una superficie definida con exactitud porque no es un planeta sólido. Solo verías hidrógeno y algún que otro gas por ahí.
#2 #10
Y, también:
"(...)
Delante de él estaba el mayor de los mundos; lo iba a conocer como ningún hombre lo había conocido, ni lo conocería.
Las líneas de fuerza magnética de diez millones de kilómetros de longitud, las repentinas explosiones de ondas de radio, los geysers de plasma electrificado más grandes que la Tierra; todo aquello era tan real y tan claramente perceptible para él como las nubes que rodeaban al planeta en una gloria multicolor. Comprendía la compleja estructura de sus interacciones, y así entendió que Júpiter era mucho más fabuloso de lo que nadie había imaginado.
A medida que fue cayendo a través del rugiente corazón del Gran Punto Rojo, con aquellas luminosas tormentas eléctricas del tamaño de un continente detonando a su alrededor, supo por qué había perdurado a través de los siglos, a pesar de que lo componían gases de menor densidad que los que formaban los huracanes terrestres. El leve silbido del viento de hidrógeno se desvaneció mientras se sumergía en las profundidades más tranquilas, y desde las alturas descendió una llovizna de copos de nieve cerúlea, que se aglutinaban en verdaderas montañas de nieve hidrocarbónica, escasamente palpable. La temperatura era suficientemente alta como para que existiera agua líquida, pero no había océanos; ese ambiente enteramente gaseoso era demasiado tenue para sostenerlos.
Descendió nivel tras nivel de nubes, hasta que entró a una región de tal claridad que hasta la vista humana podría haber abarcado un área de más de cien kilómetros de ancho. Eso era apenas un remolino menor en el vasto torbellino del Gran Punto Rojo; y guardaba un secreto que los hombres habían sospechado durante mucho tiempo, pero nunca habían confirmado.
Rodeando las laderas de las montañas espumosas había miríadas de nubes pequeñas, claramente delineadas, casi del mismo tamaño, y decoradas con manchas similares, rojas y marrones. Sólo eran pequeñas si se las comparaba con la escala inhumana de los alrededores; la más chica hubiera cubierto una gran ciudad.
Evidentemente estaban vivas, porque se movían con deliberada lentitud sobre los flancos de las montañas aéreas, paciendo como colosales ovejas. Y se llamaban unas a otras en un único ancho de banda de un metro, con emisiones débiles pero claras, que sobresalían de entre los crujidos y descargas estáticas del mismo Júpiter. Eran apenas bolsas vivientes de gas, que flotaban en la zona estrecha que mediaba entre las heladas alturas y las ardientes profundidades. Dominio estrecho, sí... pero bastante más amplio que toda la biósfera de la Tierra.
No estaban solas. Entre ellas había otras criaturas tan pequeñas que podrían haber pasado inadvertidas. Algunas de ellas guardaban una extraña semejanza con las aeronaves terrestres, y tenían aproximadamente el mismo tamaño. Pero también estaban vivas; tal vez fueran predadores, parásitos, o hasta pastores.
Delante de él se abría un nuevo capítulo de la evolución, tan extraño como el que había observado en Europa. Había torpedos impulsados por reacción, similares a los calamares de los océanos terrestres, que perseguían y devoraban a aquellas enormes bolsas de gas. Pero los globos no estaban indefensos; algunos contraatacaban con descargas eléctricas y tentáculos con garras, que parecían cadenas dentadas de varios kilómetros de longitud.
También había figuras aún más extrañas, que mostraban todo tipo de geometría posible: extraños barriletes traslúcidos, tetraedros, esferas, poliedros, cintas arrolladas y anudadas... El plancton gigantesco de la atmósfera joviana había sido diseñado para flotar como telaraña en las corrientes ascendentes, hasta haber vivido lo suficiente para reproducir; entonces podría ser arrastrado hacia las profundidades para ser carbonizado y reciclado en una nueva generación.
Estaba explorando un mundo más de cien veces más vasto que la Tierra, y aunque había visto muchas maravillas, no existía nada que indicara inteligencia. Las emisiones de radio de los grandes balones sólo llevaban mensajes sencillos, de aviso o de miedo. Inclusive los cazadores, de los cuales se podría haber esperado que hubieran alcanzado grados más altos de organización, eran como los tiburones de los océanos de la Tierra: primitivos autómatas.
Y a pesar de su exotismo y su apabullante tamaño, la biósfera de Júpiter era un mundo frágil, un lugar de niebla y espuma, de hilos plateados y de delgados tejidos formados por la continua nevada de sustancias petroquímicas que provocaba el relampagueo de la atmósfera superior. Pocas de estas estructuras eran más densas que una pompa de jabón; los más tremendos predadores podrían ser destrozados por el más débil de los carnívoros de la Tierra.
(...)"
Sir Arthur C. Clarke - 2010, Odisea Dos
#11 2001, 2010, 2061, 3001 ... Grandiosa saga.
#2 Pues ya viste la Tierra, la Luna, Marte y Titán, que por cierto no se le dio demasiada bola para mi gusto.
#16 Y Venus, aunque no demasiado, la verdad:
https://www.google.es/search?hl=es&q=venus+surface+venera&bav=on.2,or.r_gc.r_pw.r_qf.&biw=1219&bih=813&um=1&ie=UTF-8&tbm=isch&source=og&sa=N&tab=wi&ei=IJ9AULa3BMbL0QWDmICQCg
#2 Pues en Titán, el mayor satélite de Saturno ya hemos estado en su superficie. Y en la de Venus también por cierto.
Y la proxima vez que tu casa sea arrasada por un huracan, hayas perdido todas tus pertenencias, varios de tus vecinos muertos y media ciudad destruida... recuerda esta foto... y da gracias a dios que no vives en jupiter...
Si, es casi un consuelo...
el "no comment" es el mejor comentario acojonante
This Looks shopped!
Habría que ver si es realmente esas medidas, ya que no muestra ninguna fuente fidedigna. Es como si cojo el paint y me pongo aumentar la escala y....listo
Hombre, teniendo en cuenta q "la manchita" es mayor q la tierra...
Dejad a los jovianos vivir en paz!
Yo quiero ese póster para mi cuarto
La verdad es que Jupiter es un pedo
Está bien la comparación, pero creo que habría que hacerla también con respecto al tamaño de cada planeta.
Pues yo estoy seguro de que sí hay un suelo sólido, tanto en Júpiter como en Saturno como en Urano. Eso sí, miles de kilómetros hacia el centro, mucho más abajo de la atmósfera exterior.