Cuando una empresa ofrece un solo producto, se puede decidir su precio de forma bastante simple comenzando por el consumidor en lugar del producto. Una vez que se comercializa ese producto, en caso de querer subir o bajar su precio, también se puede tomar una decisión de forma analítica calculando el nivel de ventas requerido para compensar el cambio de precio sin modificar el nivel de rentabilidad.
De eso se estuvo hablando mucho en el juicio de César Alierta y su sobrino en la Audiencia Provincial de Madrid porque él compró acciones sabiendo lo que subirían al autorizar el gobierno la subida de precios del tabaco. Veremos lo que dice la sentencia.
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De eso se estuvo hablando mucho en el juicio de César Alierta y su sobrino en la Audiencia Provincial de Madrid porque él compró acciones sabiendo lo que subirían al autorizar el gobierno la subida de precios del tabaco. Veremos lo que dice la sentencia.