C&P: En 1940 llegó a la "Corte del Faraón" un exiliado austriaco que afirmaba estar en posesión de una fórmula secreta que cambiaría el mundo. Albert Elder von Filek, que así se llamaba el oportunista en cuestión, afirmaba ser perseguido por las multinacionales del petroleo. A cambio de cobijo le ofrecía al dictador la exclusividad para explotar su descubrimiento. Franco tendría en su poder algo que haría temblar al mundo y convertiría a España en potencia mundial, la formula de la gasolina en polvo. Franco quedó entusiasmado.
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