Es indignante la facilidad con la que estos señores hablan ahora de la necesidad de una reforma laboral. Reforma ¿cómo?, ¿recortando derechos?, ¿abarantando el despido?, ¿congelando los salarios?, que lo digan, que digan que quieren una reforma laboral a costa de los trabajadores. ¡Qué cara!, seguro que ellos no tienen problemas a fin de mes.
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