Investigadores de la Universidad de Cambridge han encontrado una base cerebral que conforma una “firma psicológica” para la violencia y las conductas radicalizadas o extremistas. Se trata de patrones cognitivos y estructuras de comportamiento que “moldean” a las personas que utilizan la violencia para intentar imponer sus concepciones del mundo.
#1 La historia no está exenta de atrocidades perpetradas en nombre de pseudociencias. Las teorías evolucionistas de finales del siglo XIX y principios del XX alimentaron la frenología, la eugenesia y más de un genocidio de principios del siglo XX. Más tarde, en la segunda mitad del siglo XX, también vimos terapias inhumanas de electroconvulsión y otros "tratamientos" para enfermedades psiquiátricas. Mucho me temo que estamos condenados a repetir la historia.
El siglo XXI será el siglo de la mutilación y la hormonación para el "tratamiento" de cualquier desorden psicológico o problema de autoestima, y el siglo de la deshumanización y demonización del que piensa diferente. Lo que no tengo claro es qué "terapias" van a utilizar contra estos últimos. ¿Ejecución? ¿Encarcelamiento? ¿Anulación social (negar la vida en sociedad, acceso al trabajo, a los servicios básicos, a los alimentos)? ¿Re-educación? Vamos camino de la distopía.
Pues a mi me parece una perogrullada, según entiendo dice que son más proclives al extremismo porque simplifican el mundo, no ven los matices, todo es o blanco o negro. Pues efectivamente, de eso se trata, el extremismo quiere imponer una visión del mundo en el que solo puede quedar uno, como en "Los Inmortales".
Quizás la conclusión más importante del estudio es que la firma cerebral de la violencia estaría directamente relacionada con la búsqueda de cierto “reduccionismo” o intolerancia a la complejidad. En otras palabras, las personas con tendencia al extremismo buscarían formas de comprender el mundo que les garanticen cierta seguridad, ante un escenario siempre caótico y cambiante.
Esta es la clave y supongo que se puede educar. Esto explica por qué los s fanáticos no suelen ser las lumbreras de su barrio.
Comentarios
No digo que no pero huele un poco a Minority Report.
#1 La historia no está exenta de atrocidades perpetradas en nombre de pseudociencias. Las teorías evolucionistas de finales del siglo XIX y principios del XX alimentaron la frenología, la eugenesia y más de un genocidio de principios del siglo XX. Más tarde, en la segunda mitad del siglo XX, también vimos terapias inhumanas de electroconvulsión y otros "tratamientos" para enfermedades psiquiátricas. Mucho me temo que estamos condenados a repetir la historia.
El siglo XXI será el siglo de la mutilación y la hormonación para el "tratamiento" de cualquier desorden psicológico o problema de autoestima, y el siglo de la deshumanización y demonización del que piensa diferente. Lo que no tengo claro es qué "terapias" van a utilizar contra estos últimos. ¿Ejecución? ¿Encarcelamiento? ¿Anulación social (negar la vida en sociedad, acceso al trabajo, a los servicios básicos, a los alimentos)? ¿Re-educación? Vamos camino de la distopía.
Pues a mi me parece una perogrullada, según entiendo dice que son más proclives al extremismo porque simplifican el mundo, no ven los matices, todo es o blanco o negro. Pues efectivamente, de eso se trata, el extremismo quiere imponer una visión del mundo en el que solo puede quedar uno, como en "Los Inmortales".
#5 Oh el siglo XX.
Quizás la conclusión más importante del estudio es que la firma cerebral de la violencia estaría directamente relacionada con la búsqueda de cierto “reduccionismo” o intolerancia a la complejidad. En otras palabras, las personas con tendencia al extremismo buscarían formas de comprender el mundo que les garanticen cierta seguridad, ante un escenario siempre caótico y cambiante.
Esta es la clave y supongo que se puede educar. Esto explica por qué los s fanáticos no suelen ser las lumbreras de su barrio.
Pues si van a analizar, que empiecen por los más ricos del mundo. Siendo ricos y violentos o radicales, habría que atarlos en corto de una vez.