Hace 4 años | Por --629398-- a nytimes.com
Publicado hace 4 años por --629398-- a nytimes.com

ELIZABETHTON, Tenn. - Poco después de que su clase de primer grado terminase el día, Nash Kitchens se sentó con una docena de otros niños pequeños en una biblioteca y jugó un juego de misterio y asesinatos que tenía un sorprendente giro en su trama. La víctima era un trabajador de un restaurante que había sido encontrado muerto en un congelador. El asesino, descubrirían los niños, era heroína mezclada con fentanilo, un opioide a menudo fatal. Luego se mostró cómo administrar Narcan, un aerosol nasal para la reversión de sobredosis de opioides.

Comentarios

D

Jo-der

L

Qué vida más jodida deben de llevar los pobres críos...

Urasandi

Cada vez que leo este tipo de noticias me acuerdo del pin parental.