El Observatorio Europeo de la Droga, sede en Lisboa, estimó que 2 100 000 entre 15 y 34 años consumieron éxtasis en el último año, 300.000 más que la estimación para 2015. Los hallazgos son alarmantes por dos razones: porque el consumo de éxtasis había estado cayendo desde el pico de mediados del 2000. Y porque la pureza del éxtasis que se consume en todo el continente tiene un nivel mucho más alto de pureza que antes. Nueve de cada 12 países informaron estimaciones más altas del consumo de éxtasis en el último año.
Comentarios
Tal vez el error esté en la excesiva permisividad
#1 Menos permisividad y las consecuencias serían todavía peores, más muertes, más personas en la cárcel chupando de nuestros impuestos, etc.
La gente quiere consumir, debería ser labor del estado procurar que las personas que toman esa decisión están informadas y disponen de sustancias de calidad.
La prohibición alimenta al mercado negro, y éste la corrupción.
La solución a muchos problemas pasa por regular una realidad que existe.
#2 Lo siento, pero creo que cuando mas se ha criminalizado al consumidor (aynque me den pena) y tal vez no sean realmente responsables, pero si algo idiotas, es cuando mejor va la cosa, porque a nadie le gusta el rechazo social. Sin embargo le damos a la risita tonta
En cuanto a calidad pregunta a una farmaceutica, tendra productos de calidad que igual te sientan bien, sin embargo no te rercomendará su consumo, ni tu medico si no lo necesitas, y seguramiente piense que eres un mamarracho que no sabe lo que se mete.
Jodeos la salud, dar cuartops a los sinverguenzas y luego hacernos pagar la desintoxicacion y enveneneamientos a los demás ( que estoy dispuesto a hacer porque todo el mundo puede equicocarse) Lo que pasa es que no hay conciencia real hasta que empiezan los problemas.
Los cargadores los carga el consumidor. Que si luego hacen como el tabavo, ifgual se re3curre al camello de turno, que ya ha pasado en algun estado de usa.
#1 No, el error está en que hacer más peligrosas las drogas (adulteración, dosis extremadamente variables) y promover la difusión de sustancias bastante más peligrosas que el éxtasis -y paradójicamente alegales- no es la mejor política de salud pública del universo.