El sabor de la bebida por sà mismo, sin el efecto del alcohol, provoca una descarga importante en los centros de recompensa del cerebro. Analizando imágenes del cerebro, científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana (EU) han demostrado que el sabor de la cerveza por sí solo (sin alcohol) hace que se libere dopamina en el cerebro, un neurotransmisor relacionado con las sensaciones placenteras y la motivación que puede generar conductas adictivas.
Comentarios
#10 Ein Prosit, ein Prosit der Gemütlichkeit,
ein Prosit, ein Prosit der Gemütlichkeit!
Schenkt ein, trinkt aus, schenkt ein, trinkt aus!
Que recuerdos de München.
Y es diurética, que para los que están gordos les viene de puta madre
#1 La cerveza no engorda, eso es un bulo. El que engorda es el que se la bebe.
#2 La cerveza no engorda, lo que engorda es la puta morcilla y butifarra que te estás comiendo pa acompañar
Los cojones.
Matadme a negativos, pero nunca he entendido el placer de la cerveza, mira que he probado muchas y no me gusta nada su sabor. Y eso que soy alemán.
#7 Lo siento de verdad es una autentica lastima.
#7 Y seguro que vas a 80 Km/H por la autobahn,
¿ Seguro que eres alemán ?
#9 Nein, a 120-130. Y cuando no hay límite a lo que dé el coche.
Ya, se ve que lo jodido es simular el sabor del alcohol de la cerveza sin que tenga alcohol. Porque la cerveza sin y la cerveza 0,0...
Y el placer sube de nivel cuando la cervecita es a las 14:00, en agosto,y en un chiringuito frente mar.