Hace 3 años | Por Pichicaca a eleconomista.es
Publicado hace 3 años por Pichicaca a eleconomista.es

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha reclamado al Ministerio de Política Territorial y Función Pública la inmediata incorporación de los casi 8.000 efectivos que aguardan destino en la Administración General del Estado (AGE) desde hace meses pese a haber aprobado su oposición. En concreto, el sindicato denuncia que siguen sin destino 4.880 empleados públicos que aprobaron su oposición hace tiempo y más de 3.000 personas que aprobaron su promoción interna.

Comentarios

Pichicaca

Después nos preguntamos por qué no se tramita con agilidad el ingreso mínimo vital...

box3d

#1 Han tenido la foto y los titulares no?
Pues ya han hecho lo más importante roll

D

#1 da igual que entren esos 8000, se necesitarán otros 8000 para cubrir a estos 8000 que a su vez habrá que traer a 2000 externos para que finalmente hagan las tramitaciones.

Feindesland

#1 Si, como que los van a destinar a donde sirvan de algo o atiendan a alguien...

Iluso...

Redundancia

Algunos en la AGE están teletrabajando. Que sí hace falta gente para tramitar el IMV, y no hay derecho que saquen la plaza y no puedan trabajar, pero en mi humilde opinión, si están con lo mínimo y teletrabajando ¿Quién va a enseñarles lo que tienen que hacer y supervisar si está bien hecho o no, cuando están empezando? Las tareas específicas del puesto de trabajo no no se aprenden estudiando. ¿O van a empezar teletrabajando así como así? Lo digo desde la ignorancia.

Kinochan

#3 En todo caso es mucho mejor formar a funcionarios de carrera que a interinos o enchufados de Tragsa.

s

#3 es personal auxiliar administrativo y administrativo. Tienen que aprender, pero no es física cuántica en la mayor parte de los casos. No hay motivo para que no estén echando una mano ya. Siempre hay tareas muy simples que pueden liberar a otros más experimentados.

El problema es el de siempre, lo mal organizada que está la administración. Crean procesos selectivos con miles de plazas y ni siquiera saben qué necesidades de personal hay en cada organismo.

El cuello de botella está en la confección de la lista de destinos, que han empezado a hacerla tres meses después de la última prueba selectiva.