Deinococcus radiodurans (D. rad) sobrevive a niveles extremos de radiación, temperaturas extremas, deshidratación, y exposición a compuestos genotóxicos. Sorprendentemente, tienen incluso la habilidad de reparar su propio ADN, normalmente en menos de 48 horas. Conocidas como extremófilos, bacterias como D. rad resultan de interés para la NASA en parte porque podrían ser adaptadas para ayudar a los astronautas humanos a sobrevivir en otros mundos.
|
etiquetas: bacteria , deinococcus radiodurans , astronauta , nasa