Las autoridades de Osaka han reformado una parte del distrito de Umeda para hacer frente a la prostitución callejera, un problema persistente en la zona. La iniciativa incluye pintar las calles de amarillo brillante y añadir farolas para desalentar estas actividades. Las calles se pintaron de amarillo con imágenes inspiradas en acuarios, creando una barrera psicológica contra la prostitución. Las autoridades dicen que, tras los cambios, la prostitución casi ha desaparecido.
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