Desde la victoria electoral de Donald Trump, Europa ha excluido discreta pero decisivamente a los constructores navales estadounidenses del mercado naval. Tan solo el año pasado, los gobiernos europeos adjudicaron contratos por decenas de miles de millones de euros a astilleros nacionales y europeos, dejando al margen a empresas estadounidenses como Lockheed Martin, Huntington Ingalls y General Dynamics. Este vídeo explora el auge de la industria naval europea: submarinos, fragatas, destructores, corbetas, muelles para helicópteros de desembar
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