Hace 10 años | Por alt a pjorge.com
Publicado hace 10 años por alt a pjorge.com

En una ocasión tiré un libro a la basura. Al comentárselo a mis amigos, se extrañaron de tal decisión. ¿Por qué no se lo había regalado a alguien?, me dijeron. A lo que yo respondí preguntándoles a su vez por el sentido de regalar un libro que te parece muy malo. ¿Le darías comida pasado a un amigo? No, claro, porque eres buena persona y quieres lo mejor para los demás. En ese caso, puestos a regalar libros, regalar libros buenos.

Comentarios

T

'Mientras existan mesas que cojeen, no habrán libros malos.'

Yo. Gracias, gracias.....

wooldoor

¿Por qué tirarlos cuando puedes liberarlos? http://www.bookcrossing-spain.com/

D

#1 Porque hay cosas que no desearías ni a un desconocido.

iramosjan

#1 No parece que hayas leído ni la entradilla... el tema es que al autor le parece mal regalar, o liberar, libros malos, un acto que compara con darle comida caducada a un amigo.

Y no estoy de acuerdo en absoluto, dicho sea de paso. Tirar un libro a la basura o quemarlo por definición es un acto arrogante y violento, porque un libro es una serie de pensamientos congelados - y los pensamientos no caducan ¿Que a uno le ha parecido muy malo? Pues perfecto (yo personalmente no puedo tragar ni a algunos autores "literarios" como García Márquez ni a escritores de best sellers como por ejemplo John Grisham, que es de lo peor que he sufrido en mi vida), pero hay millones de lectores potenciales con su propio gusto particular y distinto que a lo mejor piensan que es lo mejor que se ha escrito desde la receta de la pizza cuatro quesos

wooldoor

#6 Para tu información, he leído la entradilla y el artículo, así que no vayas de listo y ten un poco más de educación.

D

Borrar un Epub no duele tanto.

T

El sentido de regalar un libro que me parezca malo es pensar que mis gustos no son universales.

k

Pues yo regalo, tiro y hasta he quemado libros, lo mismo que ni los he terminado. Una cosa cuando es mala, es mala y no hay que torturar a nadie más. También tengo libros heredados que no leería pero tampoco me los quitaría de encima. Y tengo mala conciencia de tener algunos libros que por motivos históricos no puedo regalar, ni romper, ni vender aunque hubieran muchos locos dispuestos a darme mucho dinero por ellos.