El que existan hasta 22 nidos de una misma pareja de Águila Perdicera en un radio de 300 metros es un dato que intriga a los científicos. Investigadores de la Universidad de Granada han descubierto que las águilas podrían cambiar de nido para evitar a los parásitos que en él habitan y así tener mejores expectativas de criar a sus pollos.
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