La guerra de precios abierta entre los supermercados y la sustitución a gran escala de productos por los del propio distribuidor, todo ello al calor de la crisis y del éxito de las cadenas de superdescuento (las que más crecieron el año pasado), causa daños colaterales. La Unió de Llauradors i Ramaders criticó la masiva presencia de marcas blancas en los lineales de los supermercados porque con ellas se obliga a los proveedores a bajar sus precios, lo que en definitiva repercute en los agricultores.
Comentarios
La Unió de Llauradors i Ramaders, en vez de llorar tanto, igual debería empezar a autogestionar la distribución del producto de sus asociados, del productor al supermercado, sin intermediarios. Si no, ¿para qué demonios sirve la Unió? ¿Para pedir subvenciones y llorar todos unidos?
Como siempre, terminan pagando los mas importantes en la cadena y los más desprotegidos... a ver si de verdad se organizan entre ellos y forman cooperativas y distribuidoras porpias que logren acabar con los intermediarios, consiguiendo precios justos para ellos, y reducción de precio en el mercado ( y por consiguiente la desaparición de mucho aprovechado)
Pero los intermediarios siguen forrándose. Deberían organizarse en cooperativas y distribuir ellos sus propios productos, ganarían el doble y a los consumidores nos saldría por la mitad. es una burrada los beneficios que se llevan los intermediarios
Ya sé que soy un ignorante, pero ¿Los agricultores desprotegidos? deben referirse a los de paises que no estén en la unión europea o usa.
La nueva filosofía de los supermercados está clara: en tiempos de crisis lo importante en pasar de una mentalidad de la abundancia a una mentalidad de la necesidad.
Es algo más que evidente que en las guerras comerciales siempre pierden los consumidores y pequeños productores.
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