durante toda la semana del Rocío, no sólo se interrumpen las actividades escolares, sino que se organiza desde el colegio una "simulación de peregrinación", a la que, eso sí, asisten sólo "los que quieren". Los demás se quedan "castigados en el centro", sin participar en la "salida" fuera del centro -siempre un gran acontecimiento para el alumnado- de sus compañeros. Estamos hablando de niños y niñas a partir de 3 años, que lógicamente no entenderán porqué "son diferentes" o "están castigados"