Hace tiempo que dejé de creer en el periodismo. Manipulación, sectarismo, sensacionalismo... Hay miles de casos, pero éste me ha tocado de cerca. Hace unos años tuve una disputa judicial. Una acusación absurda, infundada, demencial y ofensiva. Pasó por el juzgado local, con una sentencia, en palabras de mi abogado, "conservadora". Es decir, en otras palabras, que el juzgado se lavaba las manos. Pasó por la audiencia, y rebajaron notablemente la condena. La elevé al Supremo, y como era normal, he acabado absuelto. Sin abogados …