#1 No cuenta con la aceptación de esa religión, pero se aprovechan del ruido que genera el musical para promocionarse.
De hecho después de ver la obra yo flipé de con lo delirante del lore de los mormones (aunque las demás religiones también tienen tela).
#1 Es lo normal, de hecho es mucho mejor esperarte en casa que ir al hospital cuando las contracciones no son lo suficientemente cercanas entre ellas. Puedes tardar varias horas en ponerte de parto.
#84 Claro que siendo más gente es más representativo, pero creo que la media nos da muy poca información cuando los datos no son aleatorios o no siguen una distribución normal, ya sean muchos o pocos. La media de precios de todos los vehículos del mercado no nos dice nada, por ejemplo, si no la ponderamos según el número de ventas, por ejemplo. La mediana o la moda es verdad que son mucho más útiles que la media, en el caso de salarios.
#13 te ha ignorado para que no puedas responderle. Lo hace mucho cuando le sacan los colores, que es siempre.
#10@oghaio no te ha podido votar negativo porque es el que ha enviado el enlace. Si tuvieras algo de comprensión lectora lo sabrías. Pero igual es pedir demasiado.
Y esto es señoras y señores lo que realmente preocupa a la izquierda woke, que se defina una negligencia médica en una parto como "violencia obstetricia".
Eso si, luego la ultraderecha con el turbo puesto.
De todos es bien sabido que las cuestiones semánticas desde la perspectiva de género a la hora definir una negligencia médica es una de las mayores preocupaciones del electorado en España.
La tontería de los eufemismos. Que si se les hace caso a estos papanatas, dentro de 5 años habrá que sustituir el eufemismo por otro porque sonará a precisamente lo que es, una ayuda.
#3 ¿Y eso es nuevo? Será que no hay respetables empresarios de banderita en la pulsera en el polo y en las llaves y en el coche y en las patillas de las gafas pero con el dinero en el extranjero...
youtube.com/watch?v=BfAWnTWr1Ug&si=67o3vlUgrm6jamcC
Yo quiero ser Emilio Cao
tocar el arpa en el Caurel
y ser tan guapo como él
y tocar con Alan Stivell.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Todas las chicas en la ciudad
le persiguen sin parar
él se pasea en Cadillac
y yo no puedo ser igual.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Toca la gaita y lo hace bien
canta muñeiras y también
se lleva a mi chica y además
es más alto que yo puesto de pie.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Número uno en el hit parade
vende más discos en Ceilán
sabe que él es el mejor
y yo no puedo ser igual.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser.
Yo quiero ser.
Yo quiero ser.
Yo quiero ser.
Emilio Cao.
Emilio Cao.
Emilio Cao.
Emilio Cao.
#76 Desde un punto de vista científico, el concepto de “razas” humanas no tiene una base biológica sólida. La genética moderna muestra que la variación genética entre individuos dentro de un grupo poblacional (por ejemplo, personas de ascendencia africana, europea o asiática) es a menudo mayor que la variación entre estos grupos. Los humanos compartimos el 99.9% de nuestro ADN, y las diferencias visibles (como el color de piel, rasgos faciales, etc.) se deben a un número muy reducido de genes, influenciados por adaptaciones ambientales a lo largo de miles de años.
El término “raza” es más bien una construcción social, basada en características físicas superficiales y percepciones culturales, que no refleja divisiones biológicas significativas. Los científicos prefieren hablar de poblaciones o grupos genéticos, definidos por frecuencias de ciertos marcadores genéticos, pero incluso estas categorías son fluidas y no equivalen a razas discretas.
Por ejemplo, estudios genómicos, como los del Proyecto del Genoma Humano, han demostrado que no existen barreras genéticas claras entre los humanos que justifiquen clasificaciones raciales. Las diferencias fenotípicas (como la pigmentación) son adaptaciones menores a climas y entornos, pero no indican divisiones biológicas profundas. En resumen, desde la ciencia, las razas humanas no existen como categorías biológicas, sino como constructos sociales con impacto cultural e histórico.
#3 ¿Tu estás puesto en historia? Pues anda que no hubo en el imperio romano polémicas, peleas y trifulcas entre cristianos. Nicenos vs Arrianos, por ejemplo
#22 ¿No me digas que en 2011 hubo un tsunami que afecto a la central nuclear de Fukusima y todos los medios de comunicación lo ocultaron y no nos enteramos nadie?
De hecho después de ver la obra yo flipé de con lo delirante del lore de los mormones (aunque las demás religiones también tienen tela).
PD: menos mal que lo explicas </ironic>
Por cierto algunas ediciones venían en tarjetas para pegar con pegamento de barra, tardaron en llegar con adhesivo.
#10 @oghaio no te ha podido votar negativo porque es el que ha enviado el enlace. Si tuvieras algo de comprensión lectora lo sabrías. Pero igual es pedir demasiado.
Eso si, luego la ultraderecha con el turbo puesto.
De todos es bien sabido que las cuestiones semánticas desde la perspectiva de género a la hora definir una negligencia médica es una de las mayores preocupaciones del electorado en España.
Yo quiero ser Emilio Cao
tocar el arpa en el Caurel
y ser tan guapo como él
y tocar con Alan Stivell.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Todas las chicas en la ciudad
le persiguen sin parar
él se pasea en Cadillac
y yo no puedo ser igual.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Toca la gaita y lo hace bien
canta muñeiras y también
se lleva a mi chica y además
es más alto que yo puesto de pie.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Número uno en el hit parade
vende más discos en Ceilán
sabe que él es el mejor
y yo no puedo ser igual.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser Emilio Cao.
Yo quiero ser.
Yo quiero ser.
Yo quiero ser.
Yo quiero ser.
Emilio Cao.
Emilio Cao.
Emilio Cao.
Emilio Cao.
Buena gente. DEP
El término “raza” es más bien una construcción social, basada en características físicas superficiales y percepciones culturales, que no refleja divisiones biológicas significativas. Los científicos prefieren hablar de poblaciones o grupos genéticos, definidos por frecuencias de ciertos marcadores genéticos, pero incluso estas categorías son fluidas y no equivalen a razas discretas.
Por ejemplo, estudios genómicos, como los del Proyecto del Genoma Humano, han demostrado que no existen barreras genéticas claras entre los humanos que justifiquen clasificaciones raciales. Las diferencias fenotípicas (como la pigmentación) son adaptaciones menores a climas y entornos, pero no indican divisiones biológicas profundas. En resumen, desde la ciencia, las razas humanas no existen como categorías biológicas, sino como constructos sociales con impacto cultural e histórico.