Observa La Persistencia de la Memoria de Salvador Dalí: relojes blandos, vencidos por el calor, incapaces de cumplir su función. Nadie los necesita. Nadie los consulta. Han perdido su propósito. ¿Y si eso también nos ocurre a nosotros? El precio de no servir En algún lugar, no lejos de donde lees esto, alguien fue despedido de su trabajo. Algún anciano fue desterrado a una casa de retiro. Algún esposo o esposa fue abandonado porque perdió su salud. ¿Qué tienen en común todos estos casos? Estas personas ya no son útiles. Ya no producen. Ya n
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