Esta claro que cuando no hay medios se agudiza la imaginación. Tan solo con un bote viejo de aceite para cocinar, zapatillas viejas, radios de una bicicleta y piel de plátano, es suficiente para arrancar más de una sonrisa y garantizar horas de diversión a los niños de las aldeas deprimidas de Uganda. El fotógrafo TMS Ruge nos trae estas geniales fotos extraídas del Project Diaspora http://projectdiaspora.org/
De pequeña construimos una ciudad con los recortes de madera que le sobraban a una fabrica de muebles.
Mi padre los trajo para hacer fuego y se tiró un mes el pueblecito montado en el chalet.
Comentarios
Yo, de chica, he creado millones de juguetes. Los juguetes más divertidos son los que te puedes hacer tu mismo.
Y en los países ricos, si no valen más de 200€ y llevan nanotecnología no hay manera de que sonrían, oye.
Yo tengo una Play Station 3, Y QUÉ.
De pequeña construimos una ciudad con los recortes de madera que le sobraban a una fabrica de muebles.
Mi padre los trajo para hacer fuego y se tiró un mes el pueblecito montado en el chalet.