"De modo que hay que aislar al informático. Hay que colocar a ese diamante neuronal en bruto, no juntarle con las baratijas, la bisutería, la quincalla, pues sólo podrían corromperle, sólo podrían desviar su complicado mecanismo de relojería cerebral y arrojarle a un mar de contradicciones [...]Así saldrá un programa puro, libre de injerencias humanas, prístino como la nieve nunca hollada por el ser humano. Que luego sirva para algo es harina de otro costal."
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