Si nunca hubieran existido las bibliotecas públicas y alguien propusiera establecerlas por todo el país (como filántropos e instituciones hicieron en su día), ¿qué ocurriría? Dado el estado actual del debate en torno a la propiedad intelectual, ¿pueden ustedes imaginar a las grandes editoriales modernas aceptando un sistema consistente en vender una sola copia de un libro para que su dueño la preste después gratuitamente a un número ilimitado de personas (léase: potenciales compradores de ese libro)? Muy interesante artículo en inglés.
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