Pero lo que queda claro es que el verdadero alma del club son sus aficionados. Hay claros ejemplos de aficiones que salvaron a sus clubes en quiebra y sin ayudas como por ejemplo la de Racing Club de Avellaneda. O aficiones, como la nuestra, que junto a una buena gestión presidencial, hicieron a su equipo campeón, una afición como la nuestra que llevo a 30.000 personas a Madrid para hacer al Depor campeón, el día del centenario madridista. La afición es el alma del club, los casi 20.000 de todos los domingos, esos son el verdadero Depor.
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