Mi padre fue obligado a hacer el servicio militar en Madrid, partiendo desde un pequeño pueblo de Málaga. Cuando era niño, mi abuela paterna me contó cómo le hacía llegar una pequeña cantidad de dinero a su hijo mientras él sufría "la mili" de los 60. Sus métodos, aunque simples y lógicos, me sorprendieron entonces. Hoy, en la era digital, lo que sorprende es que no se respeten las más mínimas medidas de seguridad con nuestros datos.
Todo el mundo sabe que los abuelos no se enteran de nada porque no están al día. Siempre con sus miedos y sus limitaciones.
¡Abuela, que estamos en el siglo XXI!
Comentarios
Todo el mundo sabe que los abuelos no se enteran de nada porque no están al día. Siempre con sus miedos y sus limitaciones.
¡Abuela, que estamos en el siglo XXI!
Buena historia para la que está cayendo, aquí y en el otro mundo (el real)
Todo un alarde de astucia. Una abuelita con mucho sentido común, cosa que hoy en día brilla por su ausencia.