La causa francesa es, por tanto, un choque entre un Estado que defiende la integridad de su espacio público digital y un empresario megalomaníaco que trata a la red social como una extensión de su voz, y sin duda, no será el último. Si se confirma la manipulación algorítmica, como no puede ser de otra manera teniendo en cuenta que alcanza incluso a su chatbot, Grok, la lección será inequívoca: convertir una infraestructura de comunicación en un altavoz personal no es solo una mala política empresarial, es también un riesgo democrático...
|
etiquetas: x , digital service act , desinformación , francia
mondiplo.com/nos-esta-devolviendo-la-tecnologia-digital-a-la
Las personas que viven en los mundos de yupi son tan cándidos
¿Todavía existe Bluesky?