Hace 3 años | Por ccguy a gamehistory.org
Publicado hace 3 años por ccguy a gamehistory.org

A principios de 1980, Katz y Kunkel decidieron que los videojuegos deberían tener algún tipo de premio anual, como los Oscars o los Grammys. Así que soñaron con los Arkies, también conocidos como los Premios Arcade. Sin un presupuesto para televisar la ceremonia -ni para celebrarla - los Arkies fueron simplemente impresos en "Arcade Alley" (y más tarde en la revista Electronic Games), según lo decidido por los editores. Pero hasta hace poco, Arkies nunca ha estado disponible en su totalidad por la dificultad de encontrar la revista.

Comentarios

f

#2 No, era muy niño, y hace muchos años. No tenía cartuchos ni nada, venía así, con dos mandos estilo Atari que se encajaban en la misma.

Algo parecido a esto http://www.pong-story.com/sd050.htm pero me suena que no tenía esos 10 botones, no tenía hueco de cartucho y creo recordar que traía 15 juegos. Los mandos eran así (sin muelle) y tenía un botón en algún sitio para ponerlo en modo "profesional" (la barra mucho más pequeña).

Y por cierto, el pong volley del artículo no estaba.

falcoblau

Yo descubrí una consola muy chula que tenía mi vecino y la pedi a mis padres para reyes, por lo que fui de los pocos que pudo jugar con una Magnavox Odyssey².
Luego ya me pase al Amstrad cpc6128 y el salto fue abismal.

f

Al ver "BEST PONG VARIANT" he recordado cuando era niño, tenía una especie de consola en la que se podía jugar a 15 variantes del pong. Nada más (y nada menos). Que tiempos.

snkarcade

#1 ¿en serio no sabes el nombre de la consola? Sin acritud, solo quiero saber datos de esa consola.

Papagamer

Yo tuve también tuve una, pero solo tenía cuatro variantes, en función del número de palas que podías manejar. Hace tiempo traté de buscar el modelo concreto que había mi casa, pero en vano. Hubo decenas de clones en la época. Sí recuerdo que tenía acabados en madera, como la Atari VCS y que los mandos, que no se podían desconectar, encajaban en la parte superior de la carcasa. Yo tendría cinco años cuando la descubrí olvidada en un armario de la casa de mi abuela. Tras echarme un par de partidas, no sentí ningún entusiasmo. Era una cosa entre menesterosa y aburrida. Ya había visto alguna máquina arcade en algún bar o restaurante, así que era normal que no me impresionara. Tenía cinco años y ya era una graphic whore.