Hace 13 años | Por Nirgal a azcentral.com
Publicado hace 13 años por Nirgal a azcentral.com

A pesar de leyes que prohíben el matrimonio gay en Arizona, y otras que dificultan a parejas no casadas el adoptar niños, Steven y Roger Ham, de Phoenix, han adoptado a 12 niños desde 2001. En lugar de recurrir a agencias de adopción, han adoptado a niños que pierden sus familias y están en hogares temporales. Al principio sólo buscaban adoptar a uno, pero después adoptaron a sus hermanos para evitar que estuvieran separados. En estos diez años, han acogido a 42 niños de forma temporal, de los cuales han adoptado en total a 12.

Comentarios

weezer

Ya tienen hasta el suplente del equipo de fútbol

s

Esta gente es un ejemplo

ferfem

Un pelin excesivo, ¿no?

stygyan

#1 Sinceramente, no lo veo mal. En los casos de familias "tradicionales" (nada de hijos adoptados, todo hijos propios) lo veo fatal porque el planeta no está para que lo superpoblemos más.

En este caso, una pareja ha sacado a doce niños de ambientes poco agradables (orfanatos y demás) y les han dado un hogar, un alimento y un cuidado. Si pueden permitírselo, no veo por qué no.

El problema es cuando la familia no sólo trae niños y más niños, sino que encima no tienen ni para mantener a la parejita.

WarDog77

#1 ¿Por qué?. si tienen medios y tiempo...
Conozco una pareja con 9 niños (todos hijos naturales), el es funcionario y ella profesora, y nadie les dice nada, Además hacen una gran labor humana y social dando a esos niños una familia estructurada y evitandoles "la calle".

q

Me alegro por ellos.Pero creo que esta noticia es irrelevante.

#1 Yo no lo veo excesivo mientras los puedan cuidar como es debido. Es más, yo lo veo bien.
Mucho mejor adoptar que tener hijos de vientres de alquiler como han hecho Ricky Martin o Miguel Bose.

l

Doce niños afortunados.
#5 A ver.....Irrelevante sería( bajo mi punto de vista) si esto fuera lo habitual,que a una pareja gay no le pusieran trabas a la hora de adoptar,pero todavía mucha gente cree que tener papá y mamá es garantía de felicidad.