El último día de 2010, un agente privado que cuidaba un establecimiento de comida rápida en San Salvador tuvo un extraño pensamiento y se dirigió a un cliente que hacía fila para ordenar un pavo horneado. Sin decir nada, le disparó a menos de un metro de distancia. Cuando lo detuvieron, solo dijo: "Ahí está el muerto y ahí está mi arma. Yo solo me estaba defendiendo".
Comentarios
Interesante, gasto en seguridad relacionado con mayor inseguridad.