Raducanu estaba sacando en un punto crucial del decisivo tercer set cuando los gritos del niño la descentraron, así que se giró hacia la juez de silla y se quejó de forma ostensible. "Es un niño. ¿Quieres que lo eche del estadio?", preguntó la árbitra a la tenista, que hizo un gesto con los hombros como mostrando que era evidente que eso era necesario.
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Además que qué rollo para un peque ver jugar a gente sin poder jugar él...
Por supuesto hay que echar al ruidoso, imaginemos a un perro guía se pusiera a ladrar ¿Se pondría la misma excusa porque un invidente tiene derecho legal a llevarlo? No, se le echa junto al invidente responsable, a la calle al niño y a sus padres.
Jesus con lo que se sufre en esos estadios si te pega el sol, entretenido por el partido pero agotador, pobre niño.
El equivalente no sé si mas sano inyectarle 5 mg de lorazepam.
En este caso es complicado porque el niño no tiene culpa, pero en el tenis el silencio en los saques es sagrado. Quizá es que no debería haber entrado para evitar estas desagradables situaciones.
En definitiva, todo mal!!
El arbitro para mi la única respuesta coherente ante algo que ya no se puede solucionar sin liarla gorda