Saad Hariri nunca ha sido un político de mucho carácter. Es posible que nunca habría llegado a entrar en política si su padre, Rafiq Hariri, no hubiera sido asesinado en 2005 en un atentado en Beirut, cuya autoría nunca ha quedado demostrada, pero que se sospecha que fue concebido en Damasco. Asumió el control de las empresas de la familia y el liderazgo del bloque político suní en Líbano. Ha sido primer ministro en dos ocasiones y en teoría sigue siéndolo, o al menos lo era hasta que el viernes 3 de noviembre recibió una llamada de Riad ...
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