Hace 3 años | Por senador a elpais.com
Publicado hace 3 años por senador a elpais.com

De un tiempo a esta parte este hombre había comenzado a sentir un dolor difuso y una insoportable algarabía en el fondo del oído, hasta que una mañana, al despertar, comprobó con terror que no oía nada. Se había quedado completamente sordo. El otorrino le dijo que no era grave y en la consulta le aplicó un chorro de agua caliente en los oídos que en este caso liberaron una pasta negra desconocida. “Nunca he visto nada igual, esto no es cera”, exclamó horrorizado el doctor...

Comentarios

ataülf

Te ahorro un clic. Es la basura mediática ypolítica que escuchaba.

D

#1 y ahorras también registrarse a continuación para poder leer el artículo completo