Hace 18 años | Por sr_gee a workingknowledge.hbs.edu
Publicado hace 18 años por sr_gee a workingknowledge.hbs.edu

Lecciones aprendidas sobre la dinamica de la adopcion de nuevas tecnologias

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Interesantísimo tema!

Al final, a uno le queda como enseñanza de Pai-Ling Yin, que es bastante improbable que otro navegador si quiera se acerque a la cuota de mercado que tiene IE.

Tendría que ocurrir, como dice Pai-Ling, un avance tecnológico muy grande en otro navegador, y yo añadiría que, ese avance no pudiera ser "copiado" por IE, o que existiera un problema severo con el uso de IE.

Pero es que yo creo que no hay tal "guerra de los navegadores". Y por eso no entiendo un poco la posición de ´ces´ defendiendo a ultranza a Firefox.

Es mi parecer que la Fundación Mozilla no quiere crear el navegador líder del mercado. Quiere sí, en comunidad con muchos programadores, preservar la oportunidad de selección y de innovación en Internet.

Y creo que, de lejos, lo ha logrado! Ya es un ganador!

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El estudio es correcto respecto a la primera "guerra de los navegadores"; puesto que enfrentaba a dos productos comerciales, un análisis como éste, que sólo tiene en cuenta que la distribución sigue canales tradicionales, con marketing y canales de venta, puede concluir con certeza que la distribución era mucho más importante que la innovación tecnológica.

Pero a mí me da la impresión de que la autora no conoce para nada la dinámica del software libre, por lo que sus puntos de vista sobre la segunda guerra, que enfrenta a IE contra Firefox y otros navegadores, son bastante erráticos.

Asegura que con 10% de cuota Firefox no es significativo, pero no explica que hace muy poco Firefox no tenía ni el 3% de cuota, y sin embargo los navegadores libres siguen creciendo.

Dice que IE se puede poner las pilas en cualquier momento y seguir barriendo, pero no explica porqué no se las ha puesto ya, y sigue teniendo las mismas funcionalidades que hace tiempo. No sólo es por quedarse dormidos, hay cuestiones estructurales detrás, como el hecho de que con los canales de distribución tradicionales las respuestas no pueden ser rápidas, o que IE lo han atado al sistema operativo, por lo que los cambios no son irrelevantes y complican, sobre todo en el tiempo, cualquier innovación.

El estudio minimiza el impacto de la innovación, dando mucho más peso al marketing. Y sin embargo la innovación es lo que ha hecho a los navegadores libres ir ganando cuota, y esto no va a cambiar a medio plazo: a diferencia de Netscape, donde la falta de ventas hizo cerrar el departamento I+D que lo desarrollaba, el software libre no va a cerrar por tener una pequeña cuota de mercado, seguirá innovando; no sabemos qué sucederá cuando las distancias entre los programas se vayan agrandando, pero mucho me temo que la cuota de IE no se va a quedar intacta.

c

Firefox, junto con los otros navegadores libres y alguno propietario, está librando una estrecha batalla con IE, la de los estándares; no es una cuestión de cuotas, pero sí de poder existir, y tener una masa crítica de usuarios suficientes para ello, y esa guerra sí la están ganando, poco a poco.

No sólo hablamos de innovacion, también de sutiles mecanismos por los cuales no se puede utilizar otra cosa, y eso sí que hace perdurar una posición.

No comparto la opinión de la autora de que la situación actual no puede cambiar, sus argumentos miran al pasado más que a lo que pasa hoy. Dice por ejemplo que los webmasters sellan la posición dominante de IE porque les resulta muy complicado hacer una web compatible con los navegadores alternativos. Esto es una situación provisional, pero irá cambiando a la fuerza. Los webmasters no son los dueños de las empresas, sólo alguien que hace las webs para sus dueños, por lo que su capacidad de decisión es reducida. Hace un par de años, cuando hablábamos de una cuota de IE de 98%, alguien objetaba en una lista que no le resultaba rentable programar para ese residuo diferente del IE, y le contestaron si estaba dispuesto a decir a su jefe que prescindiera del 2% de sus clientes, porque eran muy pocos. Ahora ya no hablamos de un 2%, sino de un 10%, y el argumento se vuelven más acuciante.