Antiguamente, las carasses eran figuras colocadas bajo el órgano de las iglesias, y el propio organista les hacía mover los ojos y echar golosinas por la boca. Los niños se colocaban debajo y recogían todo lo que podían. Había carasses por toda Cataluña, y solo en Barcelona destacaban la de Santa Maria del Mar, la de la Catedral —que data del siglo XVI— y la de Sant Just, que todavía se puede ver en la sacristía. Actualmente podemos encontrar algunas carassas, aunque su función era bien distinta a la de tirar golosinas por su boca…
Comentarios
"Las señoritas de Avignon" de Pablo Picasso, cuya inspiración vino tras las visitas al lupanar de la calle Avinyó de Barcelona.
#1 ¡Se agradece el envío! Estudiando en Barcelona me resultaban muy curiosas y ahora las conozco mejor
#2 Ya debían tener una edad, no?
#1 Cuando Picasso visitó ese centro de meretrices, la calle se denominaba Aviñón.
https://barcelona.callejero.net/calle-de-avinon.html
#7 Pues tiene usted razón.
En las iglesias siempre han dado golosinas, recuerdo de pequeño esas con forma de palo para chupar y explosión de coco líquido en su interior.
#3 Cómo te pasas...
#3 Privilegiado. Se nota quién fue monaguillo, y quien no.