Los particulares en Francia pueden escoger desde hoy a su proveedor de electricidad y de gas, al entrar en vigor la apertura total del mercado de la energía, pero todo indica que sólo una ínfima minoría se atreverá por ahora a dejar a las empresas "históricas" Electricité de France (EDF) y Gaz de France (GDF). El temor de los usuarios es que la liberalización acarree una subida de su factura energética, como ha ocurrido en muchos otros países europeos que ya han abierto el mercado a la competencia.
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