Corta narración de la épica batalla mantenida entre un dueño de jardín primerizo y su demoníaco jardín. Fragmento: "...Del tirón empecé sin piedad, casi corriendo, a pasar las hojas de mi sierra por todos los arbustos posibles. Rápidamente las plantas llamaron a refuerzos y miles de bichos, incluyendo abejas, abejorros, avispas, mariposas, insectos, salieron a defenderlas. Tuve entonces que ir con más cuidado y cogí mi fusil de francotirador..."
Comentarios
No es lo mismo recortar el césped que decapitar a las herbáceas rebeldes.
"Tuve entonces que ir con más cuidado y cogí mi fusil de francotirador: una de estas tijeras de podar telescópicas y empecé a hacer headshots a diestro y siniestro, sobre todo los rosales. Los brazos de los caídos se agarraban a mis ropas y parecían gritar “muere hijoputaaa”"
es la caña
Mi vecino tiene 83 años y mantiene su jardín a raya. Es como un campo de concentración de plantas, todas tiesas como velas y en formación para pasar revista.
descubrí fresas silvestres. No caí en la trampa y salí corriendo, esas fresas podrían haberme estallado en las manos o si no envenenarme al igual que las moras silvestres.
que gran relato jajaja
La primera parte también mola