Emprender es la palabra de moda. Todo es emprender. Todo vale si se le añade "emprender", y es la solución a todos los problemas. Pues siento decir que no... De hecho diría, parafraseando a otros, que estamos “creando (malas) empresas por encima de nuestras posibilidades“. Y eso es un problema Lo mires por donde lo mires.
Que pena de principio. Es el típico artículo que tiene algo, pero hay que leerlo, algo que no suele ir bien con un vistazo típico de Menéame. Destaco. Al final:
"Aquí lo único que vale para que esto funcione es el trabajar. Mucho. Escuchar y aprender del cliente. A diario. Apretar los dientes. Durante mucho tiempo. Vivir en permanente formación. Mantenerte ligero de equipaje. Equivocarse el menor número de veces posible (lo de aprender de los errores está sobrevalorado…)
Porque o te mueves o te vas para atrás. Y al banco no le vale con que lo intentes. Ni con que aprendas de tus errores. Ni con tus preciosos powerpoints y hojas excel de previsiones – inventadas – a cinco años. Aquí lo único que vale es facturar. Y se factura… cuando se puede. O más bien cuando tu cliente decide que lo que tú haces merece la pena pagarlo."
Yo cada vez me creo menos las noticias y sé que, por desgracia, los emprendedores lo tienen muy crudo y las ayudas, cuando llegan, no tienes capacidad de asimilarlas... me recuerda a ese magnánime proyecto de Telefónica que ayuda a emprendedores de 15 a 25 años...
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Que pena de principio. Es el típico artículo que tiene algo, pero hay que leerlo, algo que no suele ir bien con un vistazo típico de Menéame. Destaco. Al final:
"Aquí lo único que vale para que esto funcione es el trabajar. Mucho. Escuchar y aprender del cliente. A diario. Apretar los dientes. Durante mucho tiempo. Vivir en permanente formación. Mantenerte ligero de equipaje. Equivocarse el menor número de veces posible (lo de aprender de los errores está sobrevalorado…)
Porque o te mueves o te vas para atrás. Y al banco no le vale con que lo intentes. Ni con que aprendas de tus errores. Ni con tus preciosos powerpoints y hojas excel de previsiones – inventadas – a cinco años. Aquí lo único que vale es facturar. Y se factura… cuando se puede. O más bien cuando tu cliente decide que lo que tú haces merece la pena pagarlo."
Yo cada vez me creo menos las noticias y sé que, por desgracia, los emprendedores lo tienen muy crudo y las ayudas, cuando llegan, no tienes capacidad de asimilarlas... me recuerda a ese magnánime proyecto de Telefónica que ayuda a emprendedores de 15 a 25 años...