El diputado antimusulmán Geert Wilders, dijo hoy al inicio de su juicio por incitar al odio y a la discriminación contra los musulmanes que "no retira" ninguna de sus palabras porque son "la verdad".
Aunque no comparta sus opiniones, estoy en contra de criminalizar las opiniones, sean cuales sean. En España debería abolirse el artículo del código penal que penaliza expresarse contra sentimientos religiosos y por el que ha sido imputado Krahe.
Es realmente un caso bastante curioso que pone a los progresistas contra las cuerdas, en cuanto a libertad de expresión:
¿Tiene derecho la ultraderecha a defender sus opiniones anti-islam?
¿Tienen ciertos islamistas el derecho a defender sus opiniones anti-gays o machistas?
De la columna de hoy de Arcadi Espada: Un tribunal europeo ha admitido que la comparación entre dos libros puede ser motivo para encarcelar a un hombre. Semejante despropósito ha sido posible porque los jueces holandeses consideran que el Corán es algo más que un libro. Nada jurídicamente apreciable le sucedería al que comparase Mein Kampf con el Manifiesto Comunista, con la Declaración de los Derechos del Hombre, con la Política de Aristóteles, con La interpretación de los sueños o, incluso, con el Decamerón. Pero los jueces holandeses deben de creer que el Corán es un libro sagrado. Nada demasiado diferente de lo que cree, en el fondo, millones de personas cuando exigen para las ideas religiosas un respeto que no exigen para ninguna otra clase de ideas. Una cláusula fundamental de Occidente es que un libro religioso sólo es un libro y por tanto puede ser tratado como un objeto cultural convencional. Los jueces holandeses, en una sinécdoque repulsiva, consideran que el Corán son también sus lectores (sus «fieles»); y que un ataque contra el islamismo es una incitación al odio contra los musulmanes. Digámoslo una vez más con Bunge: «Hay que odiar una idea, no sólo comprenderla, para combatirla con vigor y eficacia». Desde luego. Vaciar el odio en la idea para que ni una gota alcance al que la lleva.
No lo digo por defender a este ultraderechista. pero es que en general cualquier cosa que les ofenda y cualquier crítica ya parece que esté vetado el decirlo.
Te vetan los de aquí que les defienden (y qué no saben cuán opuesta es su filosofía de vida a la suya progresista y aperturista) y también te vetan sus sectores radicales por andar amenazando con atentados ante cualquier crítica. Tienen a los gobiernos acojonados.
Comentarios
Aunque no comparta sus opiniones, estoy en contra de criminalizar las opiniones, sean cuales sean. En España debería abolirse el artículo del código penal que penaliza expresarse contra sentimientos religiosos y por el que ha sido imputado Krahe.
Sería una pena que solo la extrema derecha europea tenga el valor de enfrentarse al islam militante.
...Podría costarle un año de cárcel y una multa de hasta 7.600 euros.
Y le han permitido ganar 24 diputados.
#1 así con la tontería se hace famoso y poderoso en tiempo récord.
Todo mi apoyo a este señor. Nada de lo que ha dicho es mentira.
En Público además ponen el vídeo que ha hecho:
http://www.publico.es/internacional/339844/el-lider-de-la-ultraderecha-holandesa-sigue-igualando-el-coran-y-mein-kampf
Es realmente un caso bastante curioso que pone a los progresistas contra las cuerdas, en cuanto a libertad de expresión:
¿Tiene derecho la ultraderecha a defender sus opiniones anti-islam?
¿Tienen ciertos islamistas el derecho a defender sus opiniones anti-gays o machistas?
ataque suicida en 3, 2...
De la columna de hoy de Arcadi Espada: Un tribunal europeo ha admitido que la comparación entre dos libros puede ser motivo para encarcelar a un hombre. Semejante despropósito ha sido posible porque los jueces holandeses consideran que el Corán es algo más que un libro. Nada jurídicamente apreciable le sucedería al que comparase Mein Kampf con el Manifiesto Comunista, con la Declaración de los Derechos del Hombre, con la Política de Aristóteles, con La interpretación de los sueños o, incluso, con el Decamerón. Pero los jueces holandeses deben de creer que el Corán es un libro sagrado. Nada demasiado diferente de lo que cree, en el fondo, millones de personas cuando exigen para las ideas religiosas un respeto que no exigen para ninguna otra clase de ideas. Una cláusula fundamental de Occidente es que un libro religioso sólo es un libro y por tanto puede ser tratado como un objeto cultural convencional. Los jueces holandeses, en una sinécdoque repulsiva, consideran que el Corán son también sus lectores (sus «fieles»); y que un ataque contra el islamismo es una incitación al odio contra los musulmanes. Digámoslo una vez más con Bunge: «Hay que odiar una idea, no sólo comprenderla, para combatirla con vigor y eficacia». Desde luego. Vaciar el odio en la idea para que ni una gota alcance al que la lleva.
No lo digo por defender a este ultraderechista. pero es que en general cualquier cosa que les ofenda y cualquier crítica ya parece que esté vetado el decirlo.
Te vetan los de aquí que les defienden (y qué no saben cuán opuesta es su filosofía de vida a la suya progresista y aperturista) y también te vetan sus sectores radicales por andar amenazando con atentados ante cualquier crítica. Tienen a los gobiernos acojonados.
Sería una pena que solo la extrema derecha europea tenga el valor de enfrentarse lo sectores extremistas de Islam.