Publicado hace 12 años por --222407-- a historiasdelahistoria.com

Cuando tuvieron frente a ellos a un grupo de alemanes, tiraron las armas y levantaron las manos para rendirse pero… los alemanes, que se encontraban en su misma situación, habían hecho lo mismo.

Comentarios

eddzekyle

#5 Si pudiera te votaría positivo. Yo siempre he pensado que el 90% de la gente solo quiere vivir y ser feliz. Encima los que nos meten en las guerras luego no van a la batalla.

e

Os imagináis que todas las guerras se decidieran a cara o cruz...?

pichorro

#3 El mundo iría mejor.

Bley

#3 La 3 guerra mundial sera a cara o cruz entre los soldados a ver quien pulsa el botón para lanzar los misiles nucleares.

D

Recuerdo la batalla de las Ardenas como si fuese ayer: Todos nosotros, hombres jóvenes empujándonos unos a los otros fuera del camino, tropezando con los heridos y los muertos, con nuestras banderas blancas ondeando al frío viento invernal. Esas imágenes me acompañarán toda mi vida, pese a que fui cegado por las lágrimas la mayoría de las veces que me atreví a abrir los ojos. Finalmente nos rendimos a un confuso granjero de las Ardenas al final de aquel primer día aterrador. Chico, tenías que haber visto su mirada.
Pero diablos ¿a quién no nos rendimos? Al enemigo, a los Aliados, entre nosotros, no había ninguna diferencia. Una división Panzer se negó a hacernos prisioneros por puro asco. No puedo decir que les culpo, en realidad. Nosotros dejábamos caer nuestras armas al primer sonido de tanques, aviones, jeeps, caballos, truenos, o casi cualquier clase de grito. No creo que disparase esa condenada arma más de una vez. Ninguno de nosotros lo hizo. Francamente, no nos gustaban demasiado los ruidos fuertes y repentinos.


http://nonsei2gm.blogspot.com.es/2011/07/el-peloton-de-los-cobardes.html

.... la pena es que esto no llegó a ocurrir de verdad pero parece que sí ha existido algún pelotón de los cobardes

Quel

Años atrás me leí un libro de la famosa operación Market-Garden. En ella me sorporendieron cantidad de anécdotas que parecían sacadas de un chiste. Algunas hasta te hacían recuperar un poco la fe en la raza humana. Pero eran reales y habéan sido oficialmente confirmadas (según decía el propio libro).

1) Tras horas de intensos tiroteos y escaramuzas a las afueras de Arnhem, cayó la primera noche tras la invación. Un soldado aliado quedo herido y desorientado, perdió el contacto con su pelotón. En medio de la oscuridad, se cobijo en una zanja. Por casualidades de la vida, en esa misma zanja estaba escondido un joven soldado alemán asustado. El soldado aliado tenia tenia comida y estaba herido, el solado alemán tenia un botiquín y estaba hambriento.
¿ Se mataron ? ... No. Compartieron comida y medicamentos. A la mañana siguiente y con la primera luz del día, ambos un poco mas recuperados y con el estomago lleno, se despidieron con un apretón de manos, separaron y cada uno volvió con los suyos.

2) Los combates en Arnhem se prolongaron durante algunos días y el caos se apodero de la ciudad. No habia un frente claro y definido, si no que era un combate difuso.
En medio del fuego cruzados solo unas pocas casas se mantenían en pie gracias a las grandes banderas de la cruz roja que ondeaban de sus balcones. Eran hospitales civiles sobresaturados de heridos. Hospitales que no entendían de uniformes e intentavan curar a cualquier herido, fuese quien fuese.
Pero de repente un tanque alemán disparó un obús contra la casa, causando importantes bajas entre los heridos. Uno de estos heridos, un suboficial aliado, se enfado hasta tal punto que ignorando toda sensatez, salió del hospital con una bandera de la cruz roja en la mano, se acerco al tanque sin vacilar y lo empezó a patear. Al los pocos segundos, el oficial del tanque comprendió su error(habia disparado a un hospital), se asomó por la trampilla del tanque, pidió disculpas y se fue.

sivious

#16: Esa anecdota me ha hecho recordar una completamente real de Gila.

Gila estaba en el frente de Madrid (bando republicano) y vivia en el centro, parece ser que los sábados, cuando le daban permiso a los soldados, él tenía la fortuna de volver a casa en bicicleta. Uno de esos domingos volvió del permiso al frente donde estaba designado. Cuando se acercó a trincheras le preguntó por su oficial jefe y le dijeron que no estaba ahí ya que el domingo los franquistas habían aprovechado y habían avanzado, ¡estaba hablando con el enemigo! Los franquistas le indicaron donde estaba el enemigo y se fue pedaleando hasta su regimiento.

Lo dicho, la guerra de Gila.

kobeto

Según Voltaire, este es el origen de todas las guerras:

Un genealogista prueba a un príncipe que desciende en línea directa de un conde cuyos padres celebraron un pacto de familia hace tres o cuatrocientos años con una noble casa de la que ni siquiera existe el recuerdo.
Esta casa tenía vagas pretensiones sobre una provincia cuyo último poseedor murió de apoplejía. Esta provincia protesta inútilmente contra los supuestos derechos del príncipe; dice que no desea que la gobiernen y expone que para dictar leyes a vasallos, éstos tienen que consentirlo; pero el príncipe no hace caso de estas protestas porque cree su derecho incontestable. Reúne a multitud de hombres, los viste de grueso paño azul, les manda marchar a derecha e izquierda y se dirige con ellos a la gloria.
Otros príncipes oyen hablar de ese gran número de hombres puestos en armas y toman también parte en la empresa, cada uno según su poder, y llenan una extensión del territorio de asesinos mercenarios. Acuden multitudes que se encarnizan unas contra otras, no sólo sin tener interés alguno en la guerra sino sin saber por qué se promueve.
Lo maravilloso de esta empresa infernal es que cada jefe de los asesinos hace bendecir sus banderas e invoca a Dios solemnemente antes de ir a exterminar a su prójimo. Cuando un jefe sólo tiene la fortuna de poder degollar a dos o tres mil hombres, no da las gracias a Dios; pero cuando consigue exterminar a diez mil y destruir alguna ciudad, entonces manda cantar el tedéum.

D

Soldados con honor, como los de antes, los de Perez Reverte. Ahora los generales hubieran jugado sucio, como fuera.

Ddb

#2 Lo de los soldados con honor de antes debe ser un chiste, ¿No?

v

#2 Cada vez me cuesta más identificar la ironía. Porque esa barbaridad es ironía, no?

r

#2 No hay honor en la guerra, nunca lo ha habido

Jose_Perez_

Podían haber tirado la moneda antes de empezar a luchar.

auroraboreal

Me ha recordado una película de otra disputa, allá en la Patagonia, entre Chile y Argentina.

E

Así va a terminar Juego de Tronos, al loro.

Rufuss

#17 no hagas spoilers que no todo el mundo la mira por las tetas.

E

#18 ¿¿No?? Pues deberían...

Y no se le puede llamar spoiler, hombre, que vamos por el quinto libro...

Koroibos

La página está muy bien, me parece muy recomendable y tiene historias muy interesantes, pero por lo que he visto hay muchas que son demasiado cortas.

r

A mi me suena a leyenda urbana. Sí me creo que ambos se quisieran rendir, los americanos porque pensaban que la ofensiva alemana los había atrapado y los alemanes porque sabían que ya habían perdido la iniciativa. Pero lo de echarlo a cara o cruz no me lo creo porque los que más interés debían de tener en acabar la guerra eran los alemanes, que por ese tiempo (enero del 44) ya sabían que los rusos tenían dominado el frente oriental (habían ganado la batalla Kursk en agosto del 43) y ya había rumores de que no tenían compasión con los alemanes capturados

No es que me parezca imposible, pero le doy poquísima credibilidad

Frippertronic

#22 Los soldados no piensan estratégicamente y si están tan, física y mentalmente, derrotados que son capaces de rendirse con lo que ello supone en medio de una guerra (y más en ESA guerra), casos como este no me sorprenden. Una vez que ya los has dado todo por perdido las ideas locas y absurdas parecen más razonables. Y quien va ganando o perdiendo la guerra les importa un cojón.

Los soldados son ciudadanos que han sido empujados al infierno. Mientras el lavado de cabeza les dure podrán luchar 'valiente y honorablemente', pero cuando la desesperación vence a la propaganda, vuelven a ser ciudadanos en un infierno del que quieren huir.

Un saludo.

D

Pues es una buena forma de dirimir las diferencias. Muy civilizado. Y si un dirigente quiere pegar tiros que vaya él a primera línea (si tiene huevos, que nuinca los tienen).

iesous

Buena historia!!!! la usare en mi programa...