En todo este desastre, una cosa ha quedado bien clara: que Europa no ha conseguido aún ser un proyecto democrático, progresista y solidario. Aunque no lo parezca, ya no tiene sentido seguir perdiendo tiempo hablando cada día de la deuda, de la austeridad y de los rescates. Lo que Europa necesita de verdad es un cambio, un cambio profundo que la convierta de una vez en un proyecto político y social en beneficio de todos.
¡No, bueno! ... en Europa despues de estudiar los consejos de administracion de las compañias que arruinan España como Bankia donde todos los parientes y amigos de Esperanza Aguirre y Aznar, de los deficit de tarifa donde pululan los que no pudieron colocarse en bankia y sus filiales y despues de ver los monumentales sueldos que se ponen y no digamos las jubilaciones ¡pues! se le han inflado las pelotas y en eso estamos.
Un gran escrito proeuropeo. Proeuropeo, sí; porque quienes sostienen que sólo es posible esta Europa de unos países superiores gobernando a unos desdichados países meridionales de üntermensch son esos siniestros personajes que Olalla cita en su artículo. Ellos, y sólo ellos, con su neoliberalismo salvaje y su mal llamada "austeridad" (que en simple mezquindad, deseos de reducir a la miseria a la población), con su racismo nada oculto hacia los países europeos meridionales, van a acabar con toda posibilidad de crear lo que muchos pensábamos el momento político más prometedor de los últimos siglos: una Europa solidaria, próspera, unida y en paz. Esa esperanza, posiblemente, esté ya muerta para siempre.
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¡No, bueno! ... en Europa despues de estudiar los consejos de administracion de las compañias que arruinan España como Bankia donde todos los parientes y amigos de Esperanza Aguirre y Aznar, de los deficit de tarifa donde pululan los que no pudieron colocarse en bankia y sus filiales y despues de ver los monumentales sueldos que se ponen y no digamos las jubilaciones ¡pues! se le han inflado las pelotas y en eso estamos.
Un gran escrito proeuropeo. Proeuropeo, sí; porque quienes sostienen que sólo es posible esta Europa de unos países superiores gobernando a unos desdichados países meridionales de üntermensch son esos siniestros personajes que Olalla cita en su artículo. Ellos, y sólo ellos, con su neoliberalismo salvaje y su mal llamada "austeridad" (que en simple mezquindad, deseos de reducir a la miseria a la población), con su racismo nada oculto hacia los países europeos meridionales, van a acabar con toda posibilidad de crear lo que muchos pensábamos el momento político más prometedor de los últimos siglos: una Europa solidaria, próspera, unida y en paz. Esa esperanza, posiblemente, esté ya muerta para siempre.