Ha llegado el momento de las fusiones, de las adquisiciones y las reconversiones; el empleo que se perderá ahora será el cualificado. Hoy en día, las rentas salariales sirven para mantener el nivel de vida, en el mejor de los casos, y difícilmente para mejorarlo. Solo una pequeña parte de la sociedad tiene a disposición los suficientes recursos como para ahorrar y convertir ese excedente en una red de seguridad. Lo importante ya no es lo que hacemos, sino lo que tenemos, constituido en buena medida por la posición de nuestros padres.
Comentarios
Ya sabéis, chicos: tenemos que seguir el ejemplo de inteligencia de supervivencia de africanos, indios, gitanos, y etnias y países del tercer mundo en general, así como de las ratas y demás animales en general, y tener muchos hijos, más cuanto más pobres seamos. La precariedad es un riesgo para la supervivencia de la especie, y tenemos que combatir este riesgo con una alta natalidad, a través de la cual legaremos en herencia a nuestros hijos una precariedad y un riesgo extintivo aún más agravados.
Si nuestros hijos sufrirán la precariedad, la pobreza y la extinción es algo que no debe importarnos, porque ellos a su vez tendrán también más hijos cuando alcancen una edad, retrolegitimando con ello nuestra decisión de traerles a un mundo como este.
Los pobres deben responsabilizarse de ejercer y ejercitar su derecho de pobres de tener hijos, porque un derecho que no se ejercita es un derecho que se pierde.
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