La legislación actual permite abortar si las pruebas médicas durante el embarazo certifican que el niño nacerá con «graves taras», tales como síndrome de down, síndrome de edwards o disgeneisa gonadal. Debido a esto, cada vez más vascas embarazadas abortan tras conocer que su hijo sufre una enfermedad congénita. En 15 años, este fenómeno se ha quintuplicado. Ahora, el 98% de las madres que conocen que su hijo tiene una enfermedad congénita aborta, pero ¿es justo? ¿y si los médicos se equivocan?...
|
etiquetas: aborto , legal , taras