La decisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de presionar en persona para que Chicago sea anfitriona de los Juegos Olímpicos del 2016 fue recibida con esperanza y escepticismo, ya que algunos ciudadanos se cuestionan si no tenía cosas mejores que hacer. El viaje a Copenhague convertirá a Obama en el primer presidente estadounidense en ejercicio que asiste a una sesión olímpica. Algunos habitantes de Chicago están divididos sobre si ser sede de los Juegos sería lucrativo o un dolor de cabeza.
|
etiquetas: obama , olimpismo , chicago