Ya está otra vez el juntaletras de Alberto García Reyes con sus informaciones amarillistas. La única prueba que el plumilla aporta es una entrevista telefónica en la que un individuo acusa a otro de algo. De ahí se llega a Torrijos por la vía de trepar en el escalafón pero por esa regla de tres, mejor llegar hasta Cayo Lara ¿no? Alberto, dedícate al flamenco que es lo que te gusta y deja el periodismo para los profesionales.
Comentarios
Ya está otra vez el juntaletras de Alberto García Reyes con sus informaciones amarillistas. La única prueba que el plumilla aporta es una entrevista telefónica en la que un individuo acusa a otro de algo. De ahí se llega a Torrijos por la vía de trepar en el escalafón pero por esa regla de tres, mejor llegar hasta Cayo Lara ¿no? Alberto, dedícate al flamenco que es lo que te gusta y deja el periodismo para los profesionales.