[El alcaldable] Ramírez creía que uno de los problemas más urgentes de Celaya era su policía, que en lugar de combatir el crimen organizado parecía estar involucrado en él. Su yerno había sido asesinado en un caso aún no resuelto, y los agentes habían exigido sobornos y obstaculizado la investigación. La mala conducta policial estaba bien documentada: los policías locales fueron procesados por maltratar a detenidos y participar en secuestros e incluso homicidios. Ramírez ganó las elecciones. Su 1.ª medida: despedir a la mitad de los policías.
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