Hod Lipson, y su estudiante de doctorado Michael Schmidt, informan de un algoritmo desarrollado por ellos mismos que, sin ningún tipo de conocimiento de leyes de la física, geometría o cinemática, es capaz de entresacar leyes fundamentales de la naturaleza por mera observación de sistemas simples. Así pues, en unas pocas horas, el algoritmo fue capaz de descifrar las mismas leyes del movimiento y otras propiedades que les costaron a Isaac Newton y otros grandes científicos varios siglos de estudio.
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