#2 CC #3#4#9
Y no sólo eso, leyendo la noticia se ve lo siguiente:
El letrado de las víctimas, José Luis Beaumont Aristu, agotó todas las vías judiciales para poder enmendar la plana pero ha tenido que acudir hasta el Tribunal de Derechos Humanos para que se vea reconocido lo que verdaderamente sucedió (...) desapareció el informe pericial sobre el contenido del teléfono móvil del detenido cuñado del policía; se activaron en sede policial los teléfonos móviles que habían sido requisados a los dos detenidos, lo que posibilitó el borrado de archivos y datos que dichos aparatos contenían; desaparecieron también, después de haber sido recortadas en un primer momento, las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad en el interior del bar donde las mujeres, acompañadas de tres individuos (los dos acusados y un tercero que era policía foral), habían perdido toda consciencia de lo que sucedía a su alrededor; se borró, por responsables policiales, el disco duro que había contenido el informe pericial desaparecido... Ninguna de estas pruebas pudo ser recuperada.
Es decir, que el aparato judicial español ha quedado como el trasero de alguien con diarrea.
#2 El problema es el que compra un coche de combustión de 40.000€ y luego se gasta 3.000€ al año en gasolina + mantenimiento. Esas personas deberían usar un eléctrico, pasarían a no tener apenas mantenimiento y un consumo de 300€ al año.
A los que se gastan 70.000€ les da igual la economía.
#2 El Humus del mercadona esta tremendo hasta que descubri quien era el fabricante, lo venden en el Alcampo, el doble de cantidad y encima mas denso y dura mas.
#2"Ahora es primordial investigar los incidentes para obtener total claridad sobre los hechos y sus causas. ¡Cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética activa europea es inaceptable y dará lugar a la respuesta más contundente posible!”
Y no sólo eso, leyendo la noticia se ve lo siguiente:
El letrado de las víctimas, José Luis Beaumont Aristu, agotó todas las vías judiciales para poder enmendar la plana pero ha tenido que acudir hasta el Tribunal de Derechos Humanos para que se vea reconocido lo que verdaderamente sucedió (...) desapareció el informe pericial sobre el contenido del teléfono móvil del detenido cuñado del policía; se activaron en sede policial los teléfonos móviles que habían sido requisados a los dos detenidos, lo que posibilitó el borrado de archivos y datos que dichos aparatos contenían; desaparecieron también, después de haber sido recortadas en un primer momento, las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad en el interior del bar donde las mujeres, acompañadas de tres individuos (los dos acusados y un tercero que era policía foral), habían perdido toda consciencia de lo que sucedía a su alrededor; se borró, por responsables policiales, el disco duro que había contenido el informe pericial desaparecido... Ninguna de estas pruebas pudo ser recuperada.
Es decir, que el aparato judicial español ha quedado como el trasero de alguien con diarrea.