La involución ideológica es un hecho; involución en un sentido concreto: la negación de cualquier avance económico, social, ambiental, cultural, en el marco de la multilateralidad; y la irrupción de un relato presidido por un ultranacionalismo supremacista. Una tendencia hacia una revolución en el pensamiento que cercena la capacidad y posibilidad de disentir, el odio hacia el extranjero, la búsqueda de la ruina de los vecinos, la sumisión total hacia un liderazgo de un país que se sabe herido pero que se trata de afianzar a toda costa.